Una muestra recuerda los veinte años del proyecto 'Vacaciones en Paz'

Mañana martes se abre al público, en la Casa Municipal de Cultura, la exposición fotográfica '20 años de Vacaciones en Paz', una muestra con la que la Asociación Burgalesa de Amigos del Pueblo Saharaoui quiere homenajear a las 190 familias de Miranda que desde 1999 han acogido en sus casas a niños de este país africano.

Como explica la vicepresidenta de la asociación, Marian Rocandio, lo que se podrá ver en la Casa de Cultura es «solo una pequeña muestra del recorrido que ha tenido este bonito proyecto»en la ciudad, donde pese a no haber una asociación local, casi 200 niños y niñas saharauis han compartido momentos «entrañables y enriquecedores» que han servido para afianzar los lazos de amistad, respeto y solidaridad de estas familias con el pueblo saharaui.

Las Vacaciones en Paz permitieron a decenas de niños viajar durante los veranos desde 1999 a 2019 a Burgos y provincia. El pasado año, por la pandemia mundial, no se pudo celebrar la que hubiera sido vigésimo primera campaña, e incluso la caravana solidaria llegó a los campos de refugiados varios meses después de lo habitual, agravado la situación de los que allí se encuentran. Por si fuera poco, en la actualidad y desde el pasado 13 de noviembre el Sáhara Occidental y Marruecos se encuentran en guerra tras saltarse el país vecino el Alto el Fuego vigente desde 1991, lo que imposibilita nuevamente el viaje de los pequeños.

La exposición consta de 20 paneles distribuidos cronológicamente con fotografías que las familias de acogida nos han hecho llegar durante el tiempo que las niñas y niños saharauis han permanecido en sus hogares. También incluirá varias vitrinas con piezas de cerámica, artesanía y vestimenta para dar a conocer la cultura saharaui y las condiciones en las que se encuentra, «olvidada por los actores internacionales», lamenta.

Rocandio recuerda los duros inicios de Vacaciones en Paz y la «sensacional» acogida que tuvo en Miranda, donde en los primeros años hubo veranos en los que hasta 16 familias acogieron en sus domicilios a los chicos. «Después, ya con la crisis, decreció bastante y en los últimos años ha habido cuatro o cinco familias solo», lamenta. Pese a ello, la intención es recuperarlo cuanto antes, ya que, recuerda, «la alegría que aportaban, lo mucho que nos enseñaban, queremos volver a sentirlo», admite. Y, pese a esos últimos reveses, Rocandio pensó que era necesario «reconocer y agradecer todo el esfuerzo y el trabajo hecho para mejorar las condiciones de vida de este pueblo», añade.

La vicepresidenta de la Asociación Burgalesa de Amigos del Pueblo Saharaoui afirma, por último, que confían en que la paz y el diálogo terminen con la guerra y se dé solución a la «legítima causa del pueblo saharaui, que no es otra que la celebración de un referéndum que reconozca el derecho de autodeterminación», finaliza.