Un moisés llamado acogimiento

Desde la Dirección General de Familias, Infancia y Atención a la Diversidad hacen un llamamiento a la ciudadanía para que dé el paso y se convierta en familia acogedora. «Seguimos teniendo niños en acogimiento residencial y consideramos que la situación ideal para un niño, que por una u otra causa se encuentre dentro de las medidas de protección de menores de la Junta de Castilla y León, es siempre el acogimiento familiar, porque la vida y su desarrollo en un entorno familiar es lo ideal para estos menores. Y es que ahora, con la Covid, se ha reducido bastante por miedo, precaución o por otras causas el número de familias», lamentan.

El acogimiento familiar, como forma de ejercer la guarda como recurso de protección, tiene por finalidad general proporcionar al menor protegido una atención sustitutiva y complementaria en un contexto familiar o de convivencia adecuado. Desde el inicio del programa en la Comunidad en el año 1989 , hace 31 años ya, Cruz Roja colabora con la Junta de Castilla y León en el desarrollo de este programa social, firmándose en el año 1990 un convenio de colaboración.

A fecha 30 de abril el número de menores acogidos en Castilla y León ascendía a un total de 1.469 (851 en acogimiento en familiar y 618 en acogimiento residencial. En la provincia de Burgos este mismo dato se traduce en un total de 99 menores acogidos por familias y otros 61 en residencia. «En estos momentos hay dos familias en Miranda que arropan a estos pequeños con su cariño, cada una, a dos niños con edades de 10 a 12 años. No hay en la ciudad ninguna familia en espera de acoger menores», matizan.

Durante el estado de alarma se han ido adoptado diferentes medidas ante la situación de crisis sanitaria entre las que se incluyen la suspensión de visitas a menores en centros, la suspensión de salidas, el refuerzo de plantillas donde ha sido necesario y la adopción de resoluciones en materia de personal para garantizar la atención de los menores en centros. «Estas restricciones que han afectado a los menores se han tratado de paliar ampliando el número de comunicaciones por teléfono y sistemas de videoconferencia, teniendo siempre en cuenta las limitaciones que las resoluciones judiciales o administrativas de cada menor puedan contener. A partir de la última semana del mes de abril los menores de 14 años empezaron a disfrutar de salidas durante una hora conforme se acordó en la Orden SND 370/2020, dictándose por el Gerente de Servicios Sociales una Resolución para su aplicación a los centros de menores de la Comunidad. Junto a esto, a partir de la primera semana de mayo la posibilidad de salidas se amplió a los mayores de 14 años por la Orden SND 380/2020».

Los técnicos también realizaron una valoración de casos previamente a la entrada en vigor del confinamiento y se autorizó a que treinta menores acogidos en centros pudieran pasar el confinamiento con sus familias o acogedores (situaciones varias: menores en guarda, no tutelados por la administración, próximo cumplimiento de mayoría de edad, con acogedores a tiempo parcial con los que venían saliendo…). En Burgos fueron 3 los menores autorizados.

Por otra parte, se aprobó un Protocolo para la atención a menores de edad cuyos representantes legales o cuidadores habituales estén afectados por la Covid-19. Para llevar a cabo la atención de posibles casos se ha habilitaba en cada provincia un centro con la colaboración de las Consejerías de Educación y Cultura (en Valladolid). La Asociación de Padres y Madres de día de Castilla y León ponía a disposición 11 casas para acoger a menores de 0-3 años. « Los servicios sociales han tenido conocimiento de 5 situaciones de menores cuyos progenitores han tenido que ingresar por Covid-19 (ninguno en Burgos), pero que afortunadamente han podido ser acogidos por familiares. Por tanto, no ha sido necesario activar el protocolo», recalcan. Respecto a los servicios de atención a la infancia como servicio esencial, los centros de atención a la infancia funcionan de forma ordinaria, «con un alto nivel de exigencia debido a las restricciones impuestas por el confinamiento» que ha obligado a adaptar la dinámica a la nueva situación. Consecuencia de ello, se han seguido produciendo altas y bajas en los centros atendiendo a la legislación vigente. Tomando como referencia datos del 22 de abril, en los centros de protección se han producido desde la declaración de estado de alarma 21 nuevas altas (4 en Burgos) y 23 bajas (4 en Burgos), la mayor parte por mayoría de edad (2 en Burgos), si bien en algunos casos se ha acordado la prolongación de actuaciones (4 en total, 1 en Burgos). A 30 de abril había 61 menores acogidos en centros por la GTSS de Burgos. En referencia a otros programas se siguen realizando actuaciones de formación (14 familias en estos momentos, una de Miranda) y valoración de nuevas familias (13 procesos en marcha en diferente fase), así como de apoyo psicosocial a las familias acogedoras y de seguimiento (a través de medios telemáticos) y se sigue trabajando en el programa de vacaciones, donde hay 1 familia en proceso de formación y 10 que lo han concluido y se encuentran en proceso de valoración. Hasta el día 22 de abril se habían formalizado 22 nuevos acogimientos.