Miranda ha sumado un centenar alumnos nuevos en Infantil y Primaria a lo largo del curso

Han vuelto a superar el centenar. Concretamente, han recibido 106 niños y niñas y ésa es una situación que desde los centros vinculan al traslado de familias a Miranda por motivos laborales. A priori, no hay otra explicación que justifique las matriculaciones fuera de los periodos habilitados para ello y, en previsión de que esa situación se pueda volver a repetir, por la apertura de nuevas empresas, las ampliaciones de plantillas o las obras de construcción de otras industrias, la Consejería de Educación ha ampliado el número de aulas para algunos niveles de Primaria.

No de Infantil, donde, de momento, suman 264 las inscripciones de niños y niñas de 3 años para el primer curso de ese nivel, frente a las 281 registradas en junio de 2022. Si bien, ésa es una cifra que entonces fue creciendo y se espera que ahora pueda pasar lo mismo.

En el caso de La Charca, las familias han solicitado plaza para 19 menores; pero fuera de plazo ya les ha llamado otra familia que va a venir a vivir a la ciudad y de cara a septiembre quiere llevar ahí a dos gemelas, con lo que ya prácticamente estaría cubierto el ratio de 22. Y, además, no descartan tener que decir que no a otras porque no es la única petición de información que han tenido.

Sin capacidad para acoger más está Anduva, que ha recibido 44 inscripciones en el periodo fijado, 22 por aula. Además, ahora mismo es el colegio de Infantil y Primaria con más alumnos, 426. Número que podrá seguir creciendo al haber decidido Educación que de cara a septiembre pase a tener tres clases para alumnos de segundo, cuarto y sexto.

No es el único centro que va a contar con tres líneas en alguno de los cursos que imparte. Lo mismo le pasa a Cervantes que, además de tener prácticamente cubiertas las dos aulas de 1º de Infantil, con 43 matriculados y previsión de que llegue otro, van a tener 3 clases de primero, segundo y tercero de Primaria. Así que de cara a septiembre tienen que buscar un hueco para otra aula más de 1º, para niños y niñas de 6 años. Lo mismo le va a tocar hacer en Los Ángeles y en Altamira, donde van a pasar de un grupo a dos para esos alumnos.

Y eso pese a haber plazas libres en ese nivel en otros colegios de la ciudad en las que las familias que fueran llegando a Miranda podrían matricular a sus hijos. «Es complicado de organizar. Hay que buscar espacios donde no los hay porque el centro está diseñado y pensado para dos aulas por curso y tener más implica eliminar estancias que ahora usa todo el alumnado», señalaron desde Cervantes.

En su caso, además, no hace mucho que lo hicieron. La última vez fue en enero, cuando tuvieron que abrir una tercera clase en 2º de Primaria. «Eso es muy complicado organizativamente de cara a horarios, profesorado, alumnado...», incidieron.

Lo mismo les pasa en Altamira, donde en septiembre ya no habrá aula de religión porque la necesitan para el nuevo grupo de primero de Primaria y, por tanto, esa asignatura pasará a estar un una sala de usos múltiples. Van a tener dos en el arranque de ese nivel formativo, al igual que en segundo en un centro que no da mucho más de sí. «Es de una sola línea y está muy lleno. Está a tope», reconocieron.

Salvo en 1º de Infantil para el siguiente curso, ya que ahora mismo sólo tienen 12 solicitudes. Aunque si la evolución es la misma que en cursos previos tienen claro que se irá llenando a lo largo del periodo lectivo. Y es que la situación es la misma que la vivida en el curso que ahora acaba. «En Miranda hay mucho movimiento de gente y aunque la natalidad ha bajado siempre acabamos llenando todas las plazas. Cuando pasan a Primaria en las clases ya no hay vacantes».

En Los Ángeles también tienen que decidir en qué espacio van a habilitar una segunda clase de 1º de Primaria porque pasan 23 niños y la ratio es 22, así que les toca crear una segunda clase y repartirlos. Ya el año pasado usaron la de música para desdoblar ese mismo nivel que son los alumnos que ahora pasan a segundo.

En el arranque de Infantil, de momento, de cara a septiembre ya tienen 21 inscripciones, pero no descartan que puedan sumar alguna más ya que los residentes en los pueblos del entorno tienen garantizada su plaza en ese colegio y si se instala alguna familia nueva con menores los tendrán que acoger.

En la Sagrada Familia, de momento, tienen 36 alumnos para dos clases escolares de 3 años, por lo que tienen aún alguna plaza libre. Sí que han tenido que descartar matrículas en otros niveles de Primaria en los que les han pedido plazas por traslados por no tener vacantes para septiembre.

En Sagrados Corazones ahora tienen 29 niños y niñas de los más pequeños, por lo que también tendrían sitio para albergar a más. Si bien, valoran que, tras un caída importante de alumnado en infantil por el descenso de natalidad, la situación está mejorando y los número van al alza. «Estamos subiendo lentamente los números de hace unos años».

Además, en su caso no tienen ningún problema de espacio y podrían seguir creciendo. Así se lo han transmitido a Educación porque a lo largo del año en algunos niveles han tenido que decir que no a traslado por tener el cupo cubierto y lo mismo cree que va a pasar ahora de cara a septiembre porque ha habido más peticiones que plazas. En sexto de Primaria también tienen 3 cursos.

No tiene problema tampoco en Las Matillas, donde han pedido plaza para 25 menores y cuentan con dos aulas para 1º de Infantil; pero están convencidos, por su experiencia, de que antes de que cuando arranque septiembre serán al menos 30.

La Charca es el colegio de referencia en la ciudad para la atención del alumnado con necesidad de atención individualizada, pero sus instalaciones no dan más de sí. La situación no es nueva y es de sobra conocida por la Junta que, de momento, no ha dado ninguna solución a la elevada presión que tiene un aula que ve como año a año son más los que se incorporan a un servicio que no crece en instalaciones.

Una situación que va a derivar en que de cara al próximo curso haya 19 alumnos, frente a los 15 actuales, en un espacio en el que la ratio está fijada en 6. Es decir, la realidad triplica la oferta de plazas y eso que el ciclo de Transición a la Vida Adulta (TVA), que depende de ese centro y que está pensado para chichos y chicas de 16 a 21 años, se está impartiendo en el IES Montes Obarenes. «Ese edificio se nos ha quedado pequeño, no tenemos sitio», destacaron desde La Charca.

En esa misma línea, desde el área de Educación de CGT, el sindicato urgió ayer a los responsables provinciales y regionales del área en la Junta a «comprometerse seriamente» y «de una vez por todas» con la construcción de un colegio de Educación Especial. Al mismo tiempo, ha propuesto, como parte de la solución que desde la Dirección Provincial «se solicite la cesión o la habilitación de la Escuela Infantil de Bayas, edificio público construido recientemente y aún sin estrenar».

Y es que, recuerdan que, ahora mismo, en el edificio de La Charca destinado al alumnado con necesidades específicas de atención individualizada «no hay aula de contención, la sala de fisioterapia es en realidad aula para todo y el hall hace las veces de comedor».

Aunque si la guardería del polígono no ha abierto aún es porque no se ha dado respuesta oficial al compromiso municipal con Valkiria para que se instale en ese espacio y deje unas dependencias en Las Matillas que no reúnen condiciones.