El nuevo curso escolar devolverá a la ciudad, si el Covid no lo impide otra vez, buena parte de su programación cultural habitual y periódica. Ésa que para los aficionados al cine y a la música tiene una fecha casi fija marcada en el calendario ... mensual entre septiembre u octubre y junio, gracias a asociaciones como Otrosojos, Mirajazz o el Ateneo Musical Mirandés, el único colectivo que la temporada pasada se lanzó a organizar conciertos periódicos. Con no pocas dificultades, llevaron a cabo hasta 21.
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Un hito que su presidente, Javier Giménez, confía en poder repetir este año y hacerlo además juntando a grupos grandes sobre el escenario. Algo imposible en la edición anterior, tanto por las limitaciones de las medidas anticovid como por el hecho de que los músicos no habían podido reunirse para ensayar, por lo que tuvieron que limitar las contrataciones a los de pequeño formato.
Una situación que esperan no tener que volver a repetir. De hecho, su nueva programación incluye la presencia en la ciudad de una sinfónica y cuatro orquestas, una de ellas la Orquesta de Cámara de Vitoria, que abrirá la temporada el 15 o 16 de octubre; y otra, una agrupación italiana que se encargará de tocar temas de Ennio Morricone al tiempo que se proyectan partes de los films en los que se incluyó su música. «Es una actuación que llevamos dos años cancelando porque no les han dejado venir», recordó Giménez. Prohibiciones para viajar entre países, cuarentenas y pruebas han hecho estragos en la planificación.
Situaciones complicadas que tiene claro que se han visto compensadas con la respuesta del público. Han logrado mantener los socios (son alrededor de 450) y han aguantado limitaciones anticovid que dejaron el aforo del Centro Cultural Caja de Burgos en unas 135 butacas. No cubrían ni un tercio de su masa social. «Ha habido muchos conciertos que se han llenado», valoró el presidente del colectivo, convencido además de que en la nueva temporada, una vez ya completada la vacunación, serán muchos más los que se animen. «Tenemos unos socios que son una maravilla».
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Opinión compartida por Javier Fernández, presidente de Mirajazz, que tras un parón de año y medio ya ha puesto fecha a la vuelta de sus conciertos en la Fábrica de Tornillos. Será el 25 de septiembre y, por tanto, serán los primeros en arrancar. Lo harán un día nada habitual: un sábado en lugar de un viernes y en un horario también adelantado, entre las 20.00 y las 20.30.
Los motivos: que en este primer concierto no habrá comida y sólo un mínimo servicio de barra y que los músicos cubanos que abrirán la temporada no estarán disponibles hasta ese día. Se trata del trío cubano del pianista Rolando Luna, junto a Gastón Joya, al contrabajo; y Rodney Barreto, en la batería. «Para nosotros es un lujazo impresionante. Vienen justo cuando acaban la gira por Europa. De otro modo, económicamente, no nos lo podríamos permitir», reconoció.
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De hecho, en esta ocasión las entradas costarán 15 euros, en lugar de 10 o 12 como suele ser habitual. Un leve aumento con el que se busca compensar la pérdida de aforo de la Fábrica de Tornillos en la situación actual, ya que prevé que podrán meter unas 120 o 130 personas.
Independientemente de la disponibilidad de sillas volverán al precio normal en octubre, cuando si nada lo impide, esta vez sí, reunirán el día 15, tercer viernes del mes, a varios músicos mirandeses sobre el escenario. Algo que tenían previsto hacer para abrir la temporada 2020-2021, la décimo tercera, y que no pudo ser. Actuarán juntos la 'Mirajazz Band': Lara Vizuete, Gonzalo del Val, Adrián Royo, Rubén Salvador y Marcelo Escrich.
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No serán los únicos a los que se pueda ver en la ciudad un año más tarde de lo previsto, porque el colectivo ha decidido mantener los contratos cerrados para el año pasado tanto para los Viernes Mirajazz como para el festival anual. Una cita que no se desarrollará en noviembre, si no en junio, el tercer y cuarto fin de semana de ese mes. Lo mueven buscando un mejor tiempo para sacar más partido a las actuaciones de calle y que así puedan ser disfrutadas por más gente.
Lo que no tienen previsto, de momento, es solicitar patrocinios a empresas ni las cuotas a los socios, dado que la temporada 2019-2020 se quedó a medias. Tratarán de tirar con los ahorros y volverán a valorar la situación de cara a enero, por si fuera necesario pedir la aportación anual a sus alrededor de 300 integrantes. Sí tratarán de recabar el apoyo de la Junta y la Diputación. «Nuestra política sigue siendo que la cultura en Miranda sea lo más popular posible», zanjó.
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El séptimo arte también ampliará su oferta en la ciudad en octubre que es cuando Otrosojos tiene previsto recuperar la programación cortada en marzo de 2020, cuando tuvieron que cancelar 'Van Gogh, a las puertas de la eternidad', de Julian Schnabel; y el resto del programa cerrado hasta junio de ese año.
«La voluntad es acabar el año con aquella programación. De hecho ya hemos reservado las fechas necesarias de la Casa de Cultura, 9 hasta final de año, y las películas están pedidas», explicó Valentín Terrazas, dejando claro que están «con ganas» de recuperar la actividad pero también que lo que hagan finalmente «va a depender de cómo evolucione» la pandemia.
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En principio, mantendrán precios y horarios. Lo único que cambiarán será el aforo, para adaptarse a la norma regional. Pendiente quedará la actuación de Fetén-Fetén, prevista para junio de 2020, como broche de oro a su vigésima temporada. Ésa no la realizarán si no se puede llenar la sala. Quieren que sean muchos los que la puedan disfrutar.
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