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La confluencia de Ronda del Ferrocarril con Arenal en uno de los puntos negros en momentos de crecidas del Ebro. Avelino Gómez
Miranda espera tener ejecutado a mediados de 2026 su sistema de diques contra las riadas

Miranda espera tener ejecutado a mediados de 2026 su sistema de diques contra las riadas

La Consejería de Medio Ambiente, en colaboración con el Consistorio, espera tener listo el proyecto en «febrero o marzo»

Cristina Ortiz

Miércoles, 20 de diciembre 2023, 00:16

Motas de tierra, muros de un metro o 1,20 de altura y paneles móviles de diferente peso y tamaño convivirán con válvulas antirretorno para el cierre de la red de saneamiento y modificaciones urbanísticas para elevar la cota más baja del entramado urbano de la ciudad y dotarla así de medidas de contención frente a las riadas que se espera tener implantadas a mediados de 2026.

Ése es el calendario con el que trabaja la Consejería de Medio Ambiente que, en colaboración con el Ayuntamiento, está ultimando una propuesta de actuaciones que espera tener cerrada de cara a «febrero o marzo» del próximo año;para, a partir de ahí, iniciar la solicitud de autorización a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), los periodos de exposición pública; y, si fuera necesario, aunque a priori creen que no, iniciar expedientes de expropiación de terrenos para llevar a cabo alguna de las medidas planteadas frente a las avenidas.

Trámites burocráticos para «unas obras complejas, que afectan a muchas administraciones y a los propios ciudadanos», que desde la Junta confían en poder completar a lo largo de 2024. «Lo ideal sería poder licitar los trabajos a finales del año que viene y que se ejecuten en 2025 y la primera mitad de 2026», apuntaron desde Medio Ambiente; conscientes de las dificultades que entraña una actuación que, en parte, se va a llevar a cabo sobre «una zona sensible»: la propia ciudad. «Hay que conjugar el proteger el entramado urbano con el hecho de poner medios para que no se inunde», destacaron.

Y, entre los medios que se plantean, la medida más llamativa del proyecto que se está ultimando es elevar la rasante del cruce de Ronda del Ferrocarril con Arenal. Una zona que en episodios de avenidas se acaba convirtiendo en una balsa de agua que dificulta el tránsito y el acceso a los vehículos de emergencias. Idea que «hay que hacer compatible con el urbanismo y las viviendas», reconocían desde Medio Ambiente.

Pero no es la única intervención vinculada a esa zona que recoge la propuesta de contención de riadas. También se prevé construir un pozo de bombeo en la margen izquierda del Ebro, junto al puente de Hierro, que permita evacuar en situaciones de emergencia las aguas de lluvia acumuladas en el colector de pluviales de ese cruce donde se quiere elevar la calle.

Al mismo tiempo, como ya se apuntó en su momento, para evitar la entrada de agua por los sumideros y desagües en los picos de las crecidas, se instalarán clapetas antirretorno en las canalizaciones de los colectores que llevan el agua de lluvia al Ebro y al Bayas, así como rejillas de acero inoxidable. De esta forma, se pretende conseguir que, en caso de inundación, el agua no entre por retroceso a través de las tuberías; algo habitual en las últimas riadas. «Hay que cerrar el saneamiento».

Fijas y móviles

Pero la propuesta de intervención no se centra sólo en paliar los efectos adversos del agua en esa zona de la ciudad. También se están ultimando las 'barreras' que se pueden poner a su paso entre los puentes de la N-1 y de Hierro. Un tramo para el que se ha pensado en combinar elementos fijos a situar sobre el terreno, con otros desmontables ancladas sobre los paneles que serán permanentes. Dos opciones entre las que se elegirá en cada punto del trayecto para, además de frenar el paso del agua, garantizar la integración paisajística de las actuaciones y el impacto visual en ambos márgenes.

Las opciones permanentes consistirán en motas de tierra, paseos y aceras elevadas respecto a los actuales, así como algún recrecido de muros existentes y nuevos muretes de altura limitada. En principio, se apuesta porque no superen el metro o el 1,20.

Nivel que recrecerá con planchas desmontables que se anclarán a los paneles fijos. Opción para la que se deberá tener en cuenta que tienen que ser manejables por una grúa y de rápida colocación, en unas horas. «Lo que vemos más práctico es poner unos pies metálicos y unas chapas de distintos pesos». También habrá otras planchas manipulables por personal para tapiar puertas de viviendas y garajes en las zonas más expuestas del cauce.

Además, hay que tener en cuenta que todas las actuaciones deben garantizar la accesibilidad peatonal, mediante la construcción de rampas y escaleras que permitirán el tránsito entre las riberas y las calles paralelas al cauce.

«Dónde irán los paneles fijos y móviles lo marcará el proyecto. En eso se está trabajando con el Ayuntamiento para tratar de definirlo», apuntaron desde la Junta que, a la hora de plantear tipos de intervenciones, materiales y alturas, está tomando como referencia un estudio hidrológico que realizó la CHE de cómo se comporta el río en caso de avenidas con un periodo de retorno de 10 años.

Cifras

4,6

millones de euros se van a invertir en actuaciones para prevenir las inundaciones en momentos de crecida de los ríos

1.025

metros cúbicos por segundo de volumen llegó a arrastrar el Ebro a su paso por la ciudad en 2015, con una altura de hasta 6,95 metros.

Las actuaciones también se extienden más allá de puente de Hierro, proponiendo la construcción de una mota de tierra en la margen izquierda del río a la altura del polideportivo de Anduva y en la margen derecha del Bayas, que discurrirá de forma perimetral al complejo.

Además, en el puente de acceso al polígono de Ircio, para evitar que el agua interrumpa la circulación, se van a levantar otras dos laderas de tierra con vegetación en los laterales del estribo izquierdo del puente, para que se evite el acceso del agua hacia la carretera y la rotonda en caso de avenidas.

El proyecto también dará respuesta a las necesidades de El Lago, donde el agua del Zadorra ha inundado los garajes de una urbanización en las últimas crecidas. Para evitarlo, se levantará una mota en el lateral frente a la margen derecha del cauce y se construirán nuevos muros de hormigón adosados a los ya existentes.

Actuaciones que, en su conjunto, además de adaptarse a los cauces, la orografía y los estudios de las crecidas, también se ajustan al presupuesto disponible: 4,6 millones de euros, de los que el 20% lo aportará el ayuntamiento y el resto llegará gracias a fondos europeos.

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