Miranda descarta participar en la financiación del Hangar de Arte

La alcaldesa, Aitana Hernando aseguraba que el Ayuntamiento no va a hacerse cargo de una parte del presupuesto que se estime ahora necesario para acometer la ejecución material de una obra que, en su momento, a mediados de 2009 fue adjudicada por 2,3 millones a Tebycon, que la dejó sin acabar al presentar concurso de acreedores en plena crisis del ladrillo en 2010.

«En ningún momento nos hemos planteado participar en la financiación. Ésa es una inversión que tiene que pagar la Junta. Es quien la inició y es quien debe concluirla», apuntó la alcaldesa;que recordaba también que para ese fin se le cedió el solar a la administración regional por parte del Ministerio de Hacienda y Patrimonio.

«No puede ser que cada vez que la Junta no hace algo, que es prácticamente siempre, el Ayuntamiento tenga que suplirlo. El Consistorio ya tiene sus obligaciones, que son muchas; además de otras cuestiones que atendemos sin tener el deber y ni siquiera competencias para hacerlo».

En ese aspecto, a modo de ejemplo, apuntó que desde la ciudad se invierte en promoción económica a través de Miranda Empresas, y para poderlo hacer hubo que pedir autorización al organismo regional; al igual que para convocar las ayudas a negocios instalados en el Vivero, en la plaza de Abastos o en el Centro Histórico.

«Hacemos más cosas que las que son estrictamente de nuestra competencia y las pagamos, pero no vamos a suplir todas las obligaciones de la Junta», recalcó Hernando.

Ahondando en ese sentido, la portavoz de IU-Podemos, Cristina Ferreras, señaló que la inversión de la Junta en el Hangar de Arte «nos la deben». Fue un compromiso formalizado con esta ciudad que no se ha cumplido. Ese dinero no se gastó en ese centro cultural, pero tampoco en otro proyecto específico para la ciudad.

Cuando se paró la obra de manera definitiva, en junio de 2010, se habían gastado alrededor de 1,4 millones de una partida global fijada en 2,3. Se dejó de invertir casi un millón entonces. Dinero que, evidentemente, hoy, dos décadas después, resultará totalmente insuficiente para ejecutar el proyecto.

El proyecto presentado en su momento apostaba por la versatilidad de espacios para poder dar cabida al mayor número de disciplinas artísticas. En su planta baja se iba a construir una sala de exposiciones y un salón y, a ambos lados de esa pieza, central habría estudios de trabajo.

En la planta superior estaba previsto crear aulas y sala con elementos multimedia. Todo ello en una superficie construida de 2.427 metros sobre un solar que rebasa los 6.600.