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María Ángeles Crespo
Lunes, 24 de marzo 2025, 00:03
Casi cuarenta años son los que contemplan a la Agrupación Mirandesa de las Artes. Fue el 12 de diciembre del año 1987 cuando se constituyó ... después de que «tras una exposición colectiva que se hizo en la cripta de la iglesia de San Nicolás quienes participamos empezáramos a pensar que sería bueno que tuviéramos una asociación», recuerdan, si no con las mismas palabras de manera muy similar tanto la pintora Esther Latorre como José María Alonso –fue secretario en la primera junta directiva que presidió Bonifacio Guerrero– que realizaba trabajos en marquetería.
Parecía el paso lógico si se tiene en cuenta el volumen de artistas y artesanos que tenía la ciudad en esos años 80. No hay más que echar un vistazo, por ejemplo, al folleto que se editó sobre la II Muestra Cultural de San Juan del Monte que se celebró en mayo de 1983 y en la que mostraban su trabajo sesenta artistas. Pintura, taracea, forja, marquetería, talla y escultura, dibujo o modelismo, entre otras especialidades eran las que se podían contemplar en muestras que se sucedían en diferentes espacios expositivos.
Los veteranos como Esther Latorre lamentan que «después de la enorme afición por la artesanía y las artes que existía en la ciudad las cosas hayan decaído tanto». Incide en que ahora «hay muy poca inquietud, aunque tengo que decir que no sólo aquí, yo lo veo a nivel general», y considera que «probablemente sea un poco culpa de todos, las instituciones no organizan actividades y a lo mejor nosotros tampoco apretamos como deberíamos, Si que es verdad que aquí al no tener ya más salas para exponer que la Casa de Cultura el problema se agudiza más, aunque hay que decir que ocurre en muchas partes ya que al haber desaparecido las salas de cajas de ahorros nos quedamos un poco huérfanos».
Dice también que en los últimos años las cosas han cambiado y «si antes mucha gente empleaba su tiempo libre en actividades artísticas, ahora parece que a todo el mundo le ha dado por el ejercicio». No es que lo haya dicho abiertamente, pero lo cierto es que parece que añora tiempos pasados.
Épocas que también recuerda con mucho cariño uno de los veteranos integrantes de la agrupación, José María Alonso, que lamenta que con el paso de los años se vayan perdiendo oficios y que «los más jóvenes no puedan ver en ferias como la que se hacía aquí hace muchos años cómo se realizan trabajos de artesanía, no sé, soplar vidrio, hacer alfarería, cosas así».
Unas carencias que vienen derivadas de lo que entiende que son trabas administrativas. «Ahora para participar en ferias tienes que estar dado de alta en autónomos, y muchos de nosotros si acudíamos a esas citas era para enseñar nuestro trabajo, y si vendíamos algo, sacar para comprar materiales y poco más. No pretendemos hacernos ricos con esto, así que no podemos acudir a ferias y perder dinero. Es una lástima pero eso está cerrando puertas y consiguiendo que la artesanía esté perdiendo peso».
En la actualidad la lista de integrantes de la Agrupación Mirandesa de las Artes se ha quedado en 43 socios –a lo largo de los años han pasado por la entidad 183 artistas y artesanos–, y entre ellos hay algunos como es el caso de Aruba Iglesias que acaba de apuntarse «ahora, en el mes de marzo». Lleva en Miranda tres años y se dedica a la joyería alternativa. Especialidad por la que se ha interesado después de formarse en Bellas Artes en escultura. Llegó casi por casualidad «nunca pensé que sería por lo que me decantaría, pero al ver que podía trabajar en casa mi cabeza dio un vuelco y he acabado metida de lleno en este mundo».
Pese a que considera que como en la vida se ha instalado la inmediatez y «la gente quiere las cosas y la quiere ya, lo que ha llevado a que se valore cada vez menos la pieza única y el trabajo artesanal», cree que en el norte del país «se valora algo más. Lo veo en los mercados a los que voy».
Ella también critica las trabas burocráticas, pero en su caso ha apostado «por hacerme autónoma y ver si puedo vivir de esto, si no lo consigo tiempo tendré de volver a buscar un trabajo por cuenta ajena».
Nuevo en la Agrupación es también Miguel Ángel González Espada, que trabaja con cuero. «Llevo más o menos medio año y me he apuntado porque creo que merece la pena. Los artesanos tenemos pocas cosas y yo creo que en la asociación cuantos más seamos más fuerza tendremos a la hora de poder pedir cosas. Los artesanos no estamos valorados y tenemos que apoyarnos unos a otros».
Como el resto está convencido de que las cosas mejorarían «si no hubiera tantas cuestiones administrativas. Con todo lo que hay que hacer cada vez que vas a una feria se están cargando la artesanía. Tenían que dejarnos más libertad a los creadores».
Unos artesanos que estarían dispuestos a enseñar lo que ellos hacen. «Si tuviéramos una sede un poco más grande estoy seguro de que podríamos hacer talleres y cursos para la gente y, a lo mejor de esa manera se revitalizaba un poco el tema en Miranda. Sería bueno y también ayudaría que en la ciudad hubiera más salas para poder exponer y mostrar lo que hacemos».
La Agrupación Mirandesa de las Artes sigue trabajando, ahora con Noemí Davia como presidenta –desde 2009–, y a veces reconoce que hay algo de desánimo porque «la administración está llevando el arte a la comercialización, y así se están perdiendo mucho oficios. Antes podías ver en las ferias a alguien haciendo pelotas de frontenis, o cucharas de madera, por ejemplo, pero ahora no se puede si no eres autónomo y eso implica que los niños no va a ver ya cómo se hacían las cosas. Ahora se creen que todo viene de China».
Siguen trabajando para mantener esas tradiciones en la medida de lo posible y les gustaría poder disponer de «una sede más amplia para poder organizar talleres en los que enseñar los procesos creativos ». Y para mostrarlos también piden «más salas de exposiciones; es algo fundamental».
Las celebraciones en la Agrupación Mirandesa de las Artes tuvieron el punto y final con el homenaje a Julio Carazo, que agradeció el gesto de sus compañeros. Se mostró orgulloso por el reconocimiento y quiso dejar claro que «en Miranda tenemos grandísimos artistas».
Dijo estar «muy agradecido porque la Agrupación es parte de mí ya que fui muchos años su presidente, así que este homenaje me llena de orgullo». En sus palabras de agradecimiento 'coló' una petición para las autoridades para que apoyaran más a la entidad. «Hay que tirarles un poquito de las orejas. Yo siempre he pedido porque si no pides no te dan nada».
El escultor homenajeado que valoró «sobre todo el aplauso de mis compañeros», sigue trabajando, pero ayer tocaba disfrutar.
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