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Los números de regulaciones de empleo de 2021 resultan muy bajos, si se comparan con la cascada de expedientes que la Oficina de Trabajo de Burgos tuvo que gestionar por cierres temporales obligados por la irrupción de la pandemia, pero esa situación tampoco debe llamar ... al optimismo, atendiendo a la lectura que del momento actual hacen los sindicatos.
Miranda cerró el último año con 17 expedientes tramitados, a los que habría que sumar uno más, el de Montefibre cuya gestión trasciende al ámbito provincial. De ellos, dos fueron casos de extinción, en los que se puso fin al vínculo laboral de manera definitiva entre la empresa y el trabajador; mientras que la mayoría fueron temporales. Ese fue el caso de 15 de ellos.
Nada que ver, evidentemente con los 648 expedientes que se aprobaron en 2021, cuando la mayoría se tramitó bajo el epígrafe de 'Fuerza mayor' por los cierres obligados por el virus, con un especial impacto en el ámbito de servicios.
De todos modos, aunque el número global se haya reducido mucho, si se compara la situación de 2020 con la de 2021 no han cambiado las circunstancias que han llevado a solicitar un ERE a las empresas mirandesas. El impacto del Covid ha sido la razón esgrimida en la práctica totalidad de los casos, tal y como reconoce el secretario de organización de Industria en CC OO en Burgos, José María Díez.
En Miranda no llegó a notarse el tema de la falta de componentes el pasado ejercicio, que sí derivó en parones de empresas en la capital provincial -dado el peso que tiene el sector del automóvil-, al igual que ocurrió en Vitoria, por ejemplo, con Mercedes y Michelin, lastrada por una menor fabricación de vehículos.
Pero más allá del número de expedientes iniciados el pasado año, Díez considera que en la ciudad «la industria está tocada» y es una situación que no es achacable únicamente al Covid, porque, proporcionalmente, no ha tenido el mismo impacto en Burgos o Aranda. En ésta última, pese a ser de un tamaño similar, «las empresas son grandes y se han mantenido. Miranda desde 2013 lleva unos años malísimos. No acaba de despegar», incidió.
Habrá que ver cómo evoluciona en el medio y largo plazo porque en el corto, ahora mismo, cree que «la situación está más o menos asentada. No se prevé movimiento» de ERTEs aunque haya empresas como Metecno con dificultades, Tecnyfarma esté en negociaciones con la dirección de la empresa. Y todo ello sin olvidar que se acaba de resolver y muy negativamente la situación de Montefibre, de nuevo en concurso de acreedores.
Tampoco olvidan en CC OO el impacto que la invasión de Ucrania pueda generar. De momento, no tienen constancia de que ninguna empresa local tenga problemas por ese motivo.
De igual manera no se muestra optimista con la situación la secretaria comarcal de UGT, Iciar Santa Coloma, para quien la situación laboral en Miranda «no termina de despegar». Algo a lo que suma que las empresas que están llegando no ofrecen un empleo de igual calidad al que se ha ido perdiendo en los últimos años. Aunque también es consciente de que «es mejor que nada».
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