

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Raúl Canales
Miranda de Ebro
Viernes, 28 de marzo 2025, 00:01
Las primeras referencias en el archivo municipal a la cofradía de San Antón datan del siglo XV, aunque es probable que sus orígenes sean anteriores, ... igual que la popular romería, y el documento más antiguo que obra en manos de la cofradía es el libro mayor de cuentas de 1894.
En las estanterías también han aparecido en los últimos años los reglamentos de otras hermandades similares que existieron en la ciudad, como la de los Siete Dolores o el Cristo Crucificado. Pero ni rastro de los estatutos de San Antón. Por eso la actual directiva ha decidido elaborar un texto con la normativa interna que ha regido al colectivo durante tanto tiempo y que se ha transmitido de generación en generación, incorporando las últimas modificaciones. Por ejemplo, ahora ya no tiene sentido ser tan estricto con la obligatoriedad de que un tercio de los cofrades sean labradores, se permite el ingreso de mujeres y quedará recogido que el impago de las cuotas da lugar a la expulsión y a que corra la lista de espera.
La idea es mantener los 150 cofrades como número máximo ya que la ermita no tiene capacidad para acoger a más en los actos, por lo que cerca de 40 personas tendrán que seguir esperando su turno y se irán sumando a medida que se produzcan bajas.
Registrar oficialmente los estatutos y regularizar así la actividad de la cofradía es un paso imprescindible para cobrar la subvención prometida por la Diputación para arreglar la ermita. El gobierno provincial concederá 125.000 euros, aunque con ese dinero no llega para acometer todos los trabajos previstos. Al no haber logrado convencer ni al Ayuntamiento ni al Arciprestazgo para que pongan la cantidad que falta, cerca de 50.000 euros más, la cofradía se ve obligada a reducir el coste de la rehabilitación. ¿Cómo? Asumiendo los cofrades parte de la obra.
En la asamblea celebrada el miércoles salieron varios voluntarios que están dispuestos a realizar los trabajos menores recogidos en el proyecto. Además, hay un par de cofrades que colaborarán económicamente para no ir tan ajustados con el presupuesto y hay empresas de la ciudad que están dispuestas a ceder material y maquinaria para reducir los gastos. De esta forma se podrán destinar casi íntegramente los 125.000 euros a la reforma del tejado y a reparar las grietas del templo.
La intención es comenzar con la limpieza y desescombrado en cuanto la climatología lo permita, para que en verano pueda entrar la empresa que se encargará del grueso de la rehabilitación. Si los plazos se cumplen, no habrá problema para que la ermita luzca su nueva imagen en la romería de enero, la fecha que todos tienen en la cabeza ya que es el día grande de la cofradía. En las últimas décadas la tradición ha repuntado y son cientos de mirandeses los que se acercan a la explanada de La Nave a bendecir a sus animales, dar las vueltas al templo y comer el bollo preñao. Mientras las obras no se acaben y se hayan regularizado los estatutos, la actual junta directiva continuará su mandato.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.