«Aquí no hay nada, estamos limpios, menos mal que en Miranda nos conocen a todos»

«Al principio he pensado que había un incendio o una fuga de agua, pero al llegar y ver a 40 agentes me he sorprendido. La jueza me ha explicado el motivo y me he quedado alucinando. Aquí no hay nada», declaraba a EL CORREO.

El pastor tenía más que claro que los restos de la mujer no están en el templo. «Unos meses después de la desaparición hicimos una obra y nos la pararon tres días para buscar. No encontraron nada. Es una vergüenza que hagan esto ahora», aseguraba, sin ocultar su enfado por la «mala imagen» que este tipo de noticias genera en la iglesia evangélica.

En este mismo sentido, no lograba entender que los agentes perforasen paredes y suelo. «Espero que cuando acaben, reparen todo. Y tendrán que explicar por qué han entrado en la iglesia si no hay nada».

En otro orden de declaraciones, ante las preguntas de los periodistas, Lisardo también reconocía que los padres del exmarido de Marisa, condenado por su desaparición, «sí están viniendo ahora a la iglesia, pero ¿eso qué tiene que ver?». Sostenía, además, que ni la pareja de la desaparecida ni ella tenían relación con el espacio religioso.

«Estamos limpios, somos cristianos, aquí no hay nada, predicamos la palabra de Dios. Menos mal que los ciudadanos de Miranda nos conocen a todos», reiteraba para concluir.