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Toni Caballero
Sábado, 2 de septiembre 2023, 00:00
Oriundos del barrio madrileño de Alameda de Osuna, llevan ya quince años en la carretera. Han pasado de ser etiquetados como el eterno grupo revelación del rock nacional a serlo como una especie de clásico del panorama. Sin embargo, ellos se definen como el mismo ... grupo de amigos de siempre, una banda que se juntó para disfrutar haciendo música. Sidecars atraviesa un momento dulce, tanto a nivel técnico como de reconocimiento social, y hoy encabezan el cartel de la jornada fuerte de Ebrovisión, actuarán a partir de las 23.15 horas en el escenario principal. A buen seguro, no faltarán sus éxitos más sonados y un repaso por las creaciones de 'Trece', su último disco.
-¿Es su primera vez en Miranda y en el Ebro?
-Sí, hemos estado por la zona pero nunca en Miranda de Ebro como diana total (risas). También nos estrenamos en el festi.
-Dan muchas precipitaciones para la hora del concierto...
-Diría que, en 17 años que llevamos de gira con el grupo, hemos suspendido un solo concierto con el grupo por lluvia. No sabes la de veces que amenazaba lluvia y acabó saliendo adelanta (risas). Muchísimas veces en el borde del escenario que si que no, pero siempre acabamos tocando. La probabilidad me dice que, aunque caigan cuatro gotas, si el escenario tiene techo, lo normal es que acabemos tocando. Además, los conciertos con lluvia tienen un aura especial y épico.
-¿Cuesta más enchufar a la gente con mal tiempo?
-Se genera algo emocionante. La gente piensa: estoy haciendo un esfuerzo grande para mantenerme aquí porque está lloviendo, me estoy jugando la salud y esto tiene que merecer la pena sí o sí (risas). Se vuelve más emocionante.
-¿Es complicado hacer el setlist para un festival con un tiempo más reducido?
-Suele salir todo muy dialogado entre todos, pero la movida sí que es un poco criminal (risas). Hay que reducir mucho, demasiado en caso de algunos festivales. También es divertido porque se genera un show metralleta, no hablo y tocamos lo máximo posible para el público. Se convierte en una especie de concierto de grandes éxitos, de las canciones preferidas de la gente.
-No faltarán los clásicos en el Ebrovisión...
-Así es, mucho tocar y poco hablar. Al final, la gente paga para eso, haremos un resumen de todos los discos. En invierno nos hemos puesto más pesados con el disco nuevo, pero verano tenía que ser una fiesta, la gente quiere eso y nosotros vamos a dársela.
-¿Está Sidecars en su mejor momento desde los inicios?
-Creo que sí, más que nada por el momento de forma en el que está la banda. Las canciones que estamos escribiendo ahora y también las del último disco, todo está más empacado que nunca y se identifican más conmigo. La banda está en su mejor momento de forma, en directo sonamos mejor que nunca, por lo que quiero pensar que sí. Tal vez no es nuestro mayor momento de hype, de estar cerca de la cresta de la ola, pero sí que siento que hemos logrado conformar una familia solida de público.
-Eterno grupo revelación del rock nacional y ahora grupo casi histórico, ¿por qué tantas etiquetas?
-Las bandas de rock o de pop-rock siempre estuvieron ahí. Hace años que no están de moda, pero mientras suben y bajan el resto de modas, este estilo de música vuelve a aparecer. Las bandas siguen haciendo canciones con la receta de toda la vida. Esto engancha a todas las edades, otra cosa es que los medios lo pongan en primera plana, pero no me preocupa mucho. siempre van a hacer falta bandas, hay mucho público en nuestros conciertos, y no me importa tanto no estar en la cresta o la moda, creo que ese suelo es más tembloroso y nosotros estamos más firmes.
-El nombre de Leiva siempre estará vinculado al de Sidecars, ¿ayudó para crecer más rápido o supuso un hándicap por las eternas comparaciones?
-Creo que ha tenido un poco de cada. Si me pongo a analizarlo, contando pros y contras, nos ha hecho más bien que mal. Como mínimo, ha provocado curiosidad en la gente, morbo. Este es el hermano del otro, vamos a escucharlo a ver si me gusta (risas). Es un pequeño foco que no habríamos tenido de otra manera, pero también es verdad que, en la cara opuesta, hay gente que se piensa que somos sólo un producto que está ahí por eso, por enchufe, y hay personas que no nos da una oportunidad por este motivo. Nos ha dado una de cal y una de arena, pero me quedo con que a nosotros nos ha servido para recibir multitud de consejos y aprender de experiencias que él ya había vivido.
-Llenar un Wizink era un reto, ¿siguen surgiendo sueños concretos que cumplir?
-Queremos seguir creciendo. Llevamos un montón de años girando, pero somos treintañeros y aún somos jóvenes. Quiero pensar que nos queda mucha vida por delante y me gustaría seguir haciendo música (risas), estamos contentos con lo conseguido hasta ahora pero no podemos conformarnos. Creo que podemos seguir peleando. Quién sabe, igual un día podemos hacer dos Wizink seguidos (risas).
-O un Metropolitano...
-Lo estaba pensando decir pero me he acojonado en el último momento (risas). Siempre se puede crecer.
-¿Colaborar con algún ídolo?
-Hay muchos lugares en los que queremos tocar. Argentina, por ejemplo, es una espinita. A nivel colaboraciones, hay mucha gente. Me he criado escuchando a Fito, a Platero, le conozco personalmente y es una de las grandes colaboraciones que querría hacer en su momento.
-¿Es un buen momento para la música?
-Creo que sí porque hay muchos medios para aprender y hacer música. También creo que hay un bombardeo inaccesible de música nueva semanal. Es bueno, porque hay mucho para todos, pero es inabarcable porque nadie tiene tanto tiempo.
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