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Investigación tecnológica y decoración se dan la mano para crear un proyecto de realidad aumentada que evita tener que recurrir a la imaginación o a ... la fabricación y envío de prototipos para saber si un elemento, en este caso lámparas, encaja o no en una ubicación concreta. Basta con abrir un código QR para que en la estancia que nos encontremos se despliegue una pieza a tamaño real, en el lugar en el que queremos que se ubique y con posibilidades de ser vista desde todos los ángulos.
En eso consiste el proyecto en el que desde hace varios meses están trabajando mano a mano la empresa de decoración García Requejo y el Centro Tecnológico de Miranda (CTME), que ha adaptado su propia plataforma de Servicios de Valor Añadido para QR (SCAQR), dedicada a la generación de contenido dinámico apoyándose en esos códigos, para incorporar la visualización de productos en 360º, módulos de realidad aumentada y la interacción con imágenes espaciales.
Lo que se pretende es aprovechar las tecnologías existentes para disponer de una visión diferente de la realidad. ¿Cómo? Combinando elementos de un entorno real, como puede ser el mobiliario del salón en el que nos encontremos, con otros virtuales -en este caso lámparas- que han sido creados en tres dimensiones. Dos elementos que coinciden en tiempo real, convirtiéndose en una poderosa tecnología que abre nuevas oportunidades de negocio agregando contenido altamente atractivo e inmersivo en la página de la empresa. «Es un valor añadido y una ventaja para las webs existentes que marca la diferencia frente a los competidores», aseguró Diego del Moral, ingeniero informático del CTME.
Además, para facilitar la usabilidad y la experiencia, el Centro Tecnológico ha creado todo su desarrollo de realidad aumentada basada en web, eliminando así la necesidad de descargar aplicaciones, uno de los grandes problemas del sistema. «Este avance hace que sea mucho más sencillo de usar a la hora de compartir y personalizar experiencias de un modo simple y rápido, incrementando el alcance potencial para consumo masivo, donde los usuarios acceden a una experiencia de realidad aumentada haciendo clic en una imagen, un enlace o a través de un código QR», detalló.
Lo que el CTME ha hecho es aportar su conocimiento y experiencia en ese campo pero dentro del mundo industrial, gracias a los numerosos proyectos que ha realizado dentro de la Industria 4.0, para generar a García Requejo un nuevo canal de comunicación con potenciales clientes.
Se busca así ofrecer un contenido atractivo y interactivo que favorece una vista en profundidad de un producto con una versión más detallada del mismo. Todo ello con el objetivo último de generar un impacto positivo en las decisiones de compra, que impulsa las ventas y minimiza los artículos devueltos.
Tecnología que García Requejo ha incorporado con éxito a sus productos; logrando así hacer realidad lo que unos meses antes sólo era una idea que partía del deseo de mostrar a los clientes sus productos en un entorno real sin necesidad de moverse, al mismo tiempo que se pueda evaluar si son ideales para sus diferentes proyectos o no.
La interacción resultada de la realidad aumentada y la visualización en 360 grados no sólo puede brindar a los clientes una buena experiencia para conocer sus productos e innovaciones, sino «también hacerles sentir que García Requejo está más cerca de ellos».
La herramienta sirve para «generar de manera automática, transparente e instantánea» diferentes códigos QR a los cuales se les puede añadir y modificar su contenido desde cualquier lugar, «estandarizando los procesos y ofreciendo una trazabilidad de productos», detalló.
Además, el proyecto tiene un importante 'feed-back' para la empresa mirandesa de decoración, ya que permite obtener información aportada por el dispositivo que accede al QR «para conocer de manera precisa donde se encuentra el producto etiquetado, lo que nos sirve para saber más sobre el interés y alcance de los productos, pudiendo tomar decisiones estudiando las estadísticas de escaneo de productos».
Para este proyecto de 4 meses de duración, las dos entidades han contado con la subvención del Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León, destinada a financiar proyectos de transferencia de conocimiento, apoyados por fondos Feder.
Tras un año de pandemia en el que buena parte del trabajo realizado en García Requejo ha sido de puertas para adentro, la empresa tuvo la oportunidad de testar su proyecto de realidad aumentada en la Feria de HIP (Hospitality Innovation Planet), destinada al sector de la hostelería y la restauración la pasada semana en Madrid. Y la acogida y la respuesta no han podido ser más positivas para Rebeca García, responsable de la empresa. «A todo el mundo le pareció súper interesante. Era algo que ya teníamos en mente pero, ahora, más aún, que hay tantas dificultades para viajar. Que mandes un QR disparen y lo vean en su espacio es un paso de gigante. Además hay un ahorro en costes de prototipo muy grande».
Y en esa línea de investigación van a seguir trabajando. Hoy, junto a la UBU, presentan otro proyecto relacionado con el Covid a otra convocatoria de fondos regionales para I+D.
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