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María Ángeles Crespo
Miranda de Ebro
Jueves, 27 de marzo 2025, 00:05
El número de aficiones que una persona puede tener es infinito, y está claro que en ese amplio abanico una de las que cabe es ... la de la interpretación. Dejar de ser durante un tiempo María José o Juan Antonio para convertirse en Ana y Javier, en Inés y Francisco o, porqué no, como es el caso en Doris y Juan, es algo que acostumbran a hacer muy a menudo las actrices y los actores.
En el campo aficionado lo son María José López y Juan Antonio Álvarez, ella en el Cuadro Artístico Mirandés y el grupo vitoriano Artea, y él en Studio 46. Ahora esta pareja, que también lo es en la vida real, se van a presentar como Ceta Teatro para poner en escena 'Un día, un año, una vida'. Su trabajo se verá el sábado 10 de mayo a las ocho y media de la tarde en la Casa de Cultura.
Son muchas las experiencias que acumulan, pero nunca hasta la fecha han trabajado juntos sobre un escenario y han pensado que «éste podría ser un buen momento para hacerlo. Podemos decir que ha sido algo así como un capricho».
Para uno de sus amigos la obra que en inglés se titula 'A la misma hora el próximo año' es su favorita y «hablando con él y comentando que a lo mejor se podía adaptar para hacerla en teatro no fuimos moviendo, conseguimos el libreto y empezamos a darle vueltas al proyecto».
Eso sí, una vez que lo tuvieron en su mano lo primero que les tocó hacer fue adaptarlo porque aunque lo consiguieron en español «era en argentino y hemos tenido que modificar». Es una obra «divertida, con sus momentos dramáticos que me pareció interesantísimo», apunta María José que, una vez convencida de que podía ser asequible «se lo comenté a Juanan, se lo di a leer y empezamos a plantearnos la posibilidad de hacer la obra. Esto fue hace ya un par de años y ahora ya nos hemos decidido».
La que van a afrontar el próximo día 10 de mayo es una experiencia completamente novedosa para ellos. «Va a ser una manera de probarnos trabajando juntos. No lo hemos hecho nunca y cada uno tenemos nuestra forma particular de trabajar, uno estudia de una manera, otro lo hace de otra. Cada uno tiene su método y al hacer este trabajo conjunto nos va a tocar amoldarnos y encontrar un punto en común».
Pese a las diferencias que pueden tener y las maneras distintas con las que se han enfrentado con su trabajo en el mundo teatral hasta la fecha se están encontrando «cómodos, cada día más, en este proceso creativo que esperan se convierta en un gran experiencia».
Están muy ilusionados con el hecho de poder hacer realidad lo que puede casi catalogarse como un sueño. «En lo que estamos inmersos es en conseguir una experiencia que nos hace mucha ilusión».
En esta ocasión para poner en escena 'Un día, un año, una vida', se han adentrado en todos los procesos que conforman el mundo del teatro y va a ser «una manera en la que nos probaremos como actriz y actor, como directores, como escenógrafos».
Van a contar, eso sí, con la colaboración de compañeros de otros grupos teatrales. «Hemos hablado con todos los grupos de Miranda y de una manera u otra van a colaborar con nosotros Farándula teatro, Backstage, el Cuadro Artístico, Studio 46, el colectivo de Sagrados y también la Asociación Amigos de Rafael Izquierdo».
La han pedido porque lógicamente ellos no disponen de la infraestructura necesaria. «Nosotros partimos de cero, no tenemos nada y tiramos de amigos. Nos echaran una mano en escenografía, nos apoyaran en el tema de luces, y durante la obra nos ayudarán también para que no nos pille el toro con los cambios que tenemos que hacer».
En la historia que nos contarán en la Casa de Cultura el día 10 de mayo los espectadores verán pasar unas cuantas décadas ya que Doris y Juan se van reuniendo de año en año el mismo día y se va viendo la evolución de los personajes.
Para los dos protagonistas en la obra en la que trabajarán juntos por vez primera «lo importante, más que la historia en sí misma porque es algo que le puede pasar a cualquiera, son los personajes y la evolución que se produce en sus vidas», que los dos ponen en común un fin de semana al año.
Dado que en las primeras escenas los dos personajes tienen alrededor de 30 años y cuando se baja el telón han cumplido los 60, el reto interpretativo es mayúsculo y están «Satisfechos de cómo están yendo las cosas. Creemos que la obra va a gustar».
Se están esforzando al máximo para conseguirlo y a lo que más miedo tienen es a que «con todos los cambios que tenemos que hacer surja algún problema en vestuario o algo así. Por lo demás, ahora que ya entramos en el segundo mes de ensayos estamos disfrutando y esperamos transmitirlo a los espectadores».
Aficionados al teatro que ya pueden adquirir las entradas, a diez euros, en la Casa de Cultura o en la web municipal.
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