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Más breves, con un programa de actos más reducido pero igual de planificadas en lo que a seguridad se refiere. O incluso más. Así serán ... las fiestas patronales debido a la situación de pandemia que obliga a tener prevista respuesta para cualquier situación de riesgo, sobre todo, aquellas que impliquen concentración de gente. Algo que se pretende evitar y que llevó ayer al concejal de Seguridad Ciudadana, Pablo Gómez, a apelar a «la responsabilidad individual» de los mirandeses tras la celebración de la habitual Junta de Seguridad que todos los años, con carácter previo, al arranque de los festejos en honor a la Virgen de Altamira, reúne en el Ayuntamiento a responsables municipales con personal de cuerpos policiales y servicios de emergencia.
Un encuentro que sirvió para fijar tanto los protocolos de intervención como el número de efectivos encargados de llevarlos a cabo en cada una de las cuatro jornadas festivas, entre el jueves 9 y el domingo 12. En esta ocasión serán 266 los efectivos que esos días estarán en la calle para garantizar la seguridad en «unas fiestas diferentes», diseñadas garantizando que «cumplen con la normativa».
El responsable municipal de Seguridad Ciudadana, acompañado del subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, fue el encargado de desglosar el despliegue de medios. En él destacan los hasta 125 agentes que distribuidos en distintos turnos patrullarán las calles durante esos cuatro días. Serán 67 efectivos de la Policía Nacional y otros 58 de la Policía Local, de los que 18 estarán de servicio el jueves, 12 el viernes, y 14 sábado y domingo.
A ellos se sumarán otros 20 bomberos de manera presencial, a los que en caso de ser necesario apoyarán hasta 14 más que estarán localizables por si tuvieran que incorporarse al servicio. Estos se encargarán, principalmente, de sofocar cualquier conato de problema que pueda surgir en los conciertos organizados en el Pabellón Multifuncional, junto al que se ubicarán 4 profesionales con una de las autobombas urbanas. Mayor será su presencia el domingo a última hora, para vigilar el normal desarrollo de la única sesión de fuegos artificiales incluida en el programa de fiestas. Es «el día más complicado» y por eso estarán en la calle dos autobombas urbanas, además de un vehículo ligero y 8 efectivos, además de 4 más localizados con busca.
Importante será también el despliegue de los voluntarios de Protección Civil. Se contará con 95 personas, que dispondrán de cuatro vehículos para moverse y llevar el material de seguridad necesario, en el que se incluirán desfibriladores. Hasta 30 se repartirán en distintas actividades el sábado, prestando especial atención al desfile de gigantes y cabezudos, al partido del Mirandés y al concierto de Bayas. El domingo, además de estar en los gigantes prestarán especial atención al desarrollo de los fuegos artificiales, para tratar de evitar aglomeraciones en el puente Carlos III, un punto considerado de máxima atención por Seguridad Ciudadana, al ser un lugar desde el que muchos mirandeses siguen los espectáculos pirotécnicos y el principal punto de unión entre Aquende y Allende.
De ahí, que Gómez hiciera ayer un llamamiento a los mirandeses para que eviten tanto ese entorno como las riberas del Ebro y se distribuyan por otras zonas de la ciudad desde las que son perfectamente visibles los fuegos. Si bien, aunque en principio se llegó a valorar cortar en ese intervalo de tiempo el tráfico en zonas de Ronda del Ferrocarril o República Argentina, donde es habitual que otros años se concentre gente, se ha optado por no hacerlo para evitar que se pueden considerar como zonas reservadas al público por parte de los mirandeses y se acaben concentrando de manera masiva en esos puntos, algo que precisamente se quiere evitar.
El operativo de seguridad también contará con el apoyo de voluntarios de Cruz Roja. La entidad tiene previsto tener en la calle esos días 26 personas (a las que sumarán las 12 que habitualmente se encargan de la atención sanitaria en los partidos del Mirandés). Su presencia será visible en los conciertos del Multifuncional, en los fuegos y en el campeonato de Automóvil Club Mirandés.
A todos ellos se sumará el refuerzo de Guardia Civil en los momentos que sea necesario, sobre todo para atender situaciones en las afueras de la ciudad; aunque se confía en que no sea necesaria su intervención. «De cada uno de nosotros va a depender que tengamos un buen recuerdo de las fiestas», concluyó Gómez.
Aquellos ciudadanos que estén cuarentenados deberán vivir los festejos desde casa. Que están en sus domicilios será comprobado esos días por la policía. Fue la advertencia que lanzó ayer el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, quien recordaba que «tenemos que seguir siendo cautelosos». Por eso apeló a la «responsabilidad» para evitar que «las fiestas sean el germen dentro de 15 días de una recaída en los datos que nos afectan a todos».
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