El comercio vuelve a dar luz

Superada esa primera fase de limitaciones, poco a poco, con la desescalada, la actividad de las tiendas va recuperando el pulso en la ciudad. EL CORREO, el Ayuntamiento, Miranda Empresas, la Diputación de Burgos y LABORAL Kutxa se van de compras. La iniciativa pretende revitalizar el consumo, animar el consumo en la ciudad y contribuir a la reactivación de la actividad. El logo es toda una declaración de intenciones, con bolsas de alegre colorido rodeando el lema de la iniciativa 'Yo comercio local Miranda' y en el que la 'M' que identifica a la ciudad se ha convertido en un corazón.

Más adelante, en dos semanas, se distribuirá en los quioscos una bolsa de tela, en las que se incluirá un tarjetón para el sorteo de vales de compra. Hay que tener en cuenta que el sector terciario «es el mayor empleador de la ciudad», con 2.100 actividades y, entre ellas, se encuentran 367 establecimientos comerciales.

De ahí que, en este momento, el Ayuntamiento considere un objetivo prioritario «trabajar por este sector y también por la hostelería. Sabemos la vinculación que tienen con la creación y el mantenimiento del empleo», valoró el concejal de Promoción Económica, Miguel Ángel Adrián; que dejó claro que «colaboraremos en cualquier campaña dirigida a estimular el consumo de los mirandeses en Miranda».

Y es que, como destacó la edil de Comercio, Inés Busto, «muchas veces hasta que no nos quitan las cosas no nos damos cuenta de su importancia». Eso ha pasado con el cierre obligado por la pandemia del comercio en la ciudad. «Poderte probar la ropa o los zapatos, que te recomienden un libro que coges en tus manos... creo que es algo que se ha echado de menos».

Una pérdida temporal que espera que nos haya permitido extraer un aprendizaje importante: que si queremos tener comercio debemos consumir en él. A priori, en las últimas jornadas sí que ha notado «el sentimiento de compra en Miranda. De pensar, ya que lo hemos pasado todos tan mal, vamos a echar una mano. Bajar la persiana es muy duro».

Mensaje compartido por Germán Blanco, director de LABORAL Kutxa Miranda, para quien «las pequeñas tiendas, son las que dan vida a nuestra ciudad. No sólo las de alimentación, que nos han dado un ejemplo durante la pandemia, también las zapaterías, tiendas de ropa y deportivas, de reparaciones, ferreterías, bares y restaurantes …, todas son importantes».

La vida es un ciclo y también en lo financiero, porque «si el zapatero vende y tiene ingresos, luego compra pan, va al bar y compra ropa». La economía se mueve y la vida se mueve.

«Nosotros, LABORAL Kutxa siempre hemos apoyado al comercio local y ahora más que nunca estamos a su lado. Cooperando, saldremos de esta», incidió.

El comercio es fundamental en el día a día de cualquier localidad, también en el ámbito rural, donde además de prestar un servicio esencial, en pandemia y en cualquier otro momento de la vida, permite asentar población y dar continuidad generacional a los negocios. «Estábamos muy acostumbrados a comprar en grandes superficies y ahora el pequeño comercio se ha reinventado. Nos hemos dado cuenta de la importancia que tiene dentro de nuestro núcleo de población», destacó Jesús María Sendino, diputado de Comercio Rural.

El comercio ha demostrado ser «el ejemplo de valor y responsabilidad social en esta pandemia y ahora es el momento en el que tenemos que apoyarlo y fortalecerlo. Eso es fundamental». Y eso, además de por consumir, tiene claro que pasa porque desde las administraciones se apueste por ayudarles en la modernización, informatización y formación».