Menos uva pero de excelente calidad. Las elevadas temperaturas del periodo estival y las escasez de lluvias han mermado la cantidad pero han aportado grado y evitado enfermedades en las vides de Término de Miranda, encargada de recuperar la tradición chacolinera de la localidad, y ... de El Ternero, bodega con DO Rioja que forma parte del municipio mirandés. Hacienda que trabaja estos días de manera intensa en una vendimia que espera poder finalizar el próximo miércoles y en la que inicialmente tenían previsto llegar a recoger unos 600.000 kilos de uva.
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Un volumen que, al final, se verá rebajado levemente por la merma productiva de tempranillo debido a la sequía de septiembre. Pero, por contra, todo lo que llegue a sus instalaciones va a ser una uva de una calidad «muy alta, especialmente en el viñedo viejo, con racimos pequeños, con buena sanidad y una maduración óptima», explicó Nerea García-Alcubilla, una de las responsables de la bodega.
Para conocer el total habrá que esperar al recuento final de una recolección que arrancó casi de manera testimonial el 23 de septiembre recogiendo algunos kilos de viura. Uva blanca de plantaciones jóvenes que, poco a poco, empiezan a dar más rendimiento y que, en esta ocasión, les han permitido llegar a los 90.000 kilos en unas 24 hectáreas. Las otras 120 que tiene el viñedo están dedicadas a la tinta, en cuya recogida manual se encuentran trabajando estos días y con la previsión de finalizar para el día 12; cuando en anteriores campañas esa fecha ha solido marcar el inicio, no el cierre.
Lo mismo le ocurre a Término de Miranda. Normalmente, viene siendo a finales de mes cuando recogen la uva y, en esta ocasión, la tarea ya está programada para este fin de semana. Dos días, sábado y domingo, en los que esperan llegar a sumar 28.000 kilos, algunos menos que en campañas anteriores -la pasada fueron 35.000- debido también al calor y la sequía, factores que creen que se van a ver compensados por la calidad de la uva -no ha habido bacterias ni hongos-.
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«La falta de lluvia tiene el hándicap de que el grano no ha engordado, pero la ventaja de que hemos conseguido mucho grado, como si estuviésemos colocados en Rioja Baja. Ha madurado mucho», explicó Javier López, uno de los responsables del proyecto.
Si normalmente ronda los 10º y 11º, este año está en torno a los 12,5º. Nivel que consideran ya el adecuado para su chacolí, que suele rondar los 12º. «Otros años tenemos muchos problemas para conseguir grado en la bodega, pero este no va a ser el caso. Además, nuestros vinos son aromáticos, frescos y tampoco queremos que tengan mucha graduación», incidió.
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Y es que su apuesta sigue centrada en la recuperación del chacolí tradicional de Miranda, al que destinan la mayor parte de la uva que recogen. Alrededor de 15.000 kilos de viura que esperan vendimiar, a los que se sumarán otros 7.000 u 8.000 de verdejo. «El nuestro es el primero que se planta en el norte de Burgos y este año va a salir bueno porque ha hecho mucho sol; si bien, habitualmente no es el mismo sol que hay en el resto de Castilla. Pero es un verdejo de aquí, así que seguimos siendo fieles a nuestro criterio de que se cultive en la zona».
El resto de la uva que recojan será de tempranillo, que supone, aproximadamente, el 20% de la producción de los viñedos de Ayuelas, Orón, Santa Gadea y Suzana de los que se abastecen.
Zona en la que hay espacio para seguir creciendo, aunque de momento no se lo plantean; porque, pese a que el proyecto ya está consolidado, lo tienen que estar también las ventas y no sólo en Miranda. «El covid ha supuesto un gran parón y, ahora mismo, hay mucha incertidumbre. Además, de mucho productor y todo el mundo lo hace bien», destacó López; que no pasa por alto el incremento del gasto que supone la electricidad y la compra de todo lo necesario para poner su producto en el mercado. «Ahora mismo, vestir una botella te cuesta casi euro y medio. Ha subido el vidrio, el plástico, las etiquetas... Y nosotros hemos respetado los precios».
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Costes a mayores que El Ternero ha conseguido frenar en parte gracias a que la energía eléctrica que necesitan en la bodega se genera con las placas solares que tienen instaladas. Están en niveles de autoconsumo en ese espacio, pero tienen en marcha un proyecto para que todas las instalaciones de la finca «funcionen con energías renovables, entre las que se incluye además de placas solares, aerotermia y geotermia», concluyó García-Alcubilla.
90.000kilos de viura han metido ya en bodega en El Ternero. Fue la primera variedad que recogieron. Ahora la uva tinta centra el trabajo. Ésta ocupa buena parte de la finca de viñedos, hasta 120 hectáreas.
28.000kilos prevén vendimiar este fin de semana en Término de Miranda, unos 7.000 menos que en la campaña pasada.
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