Aernnova plantea un ERTE para 242 empleados por problemas de suministro con Rusia

Gran parte de la carga de trabajo de la planta depende de unas forjas de titanio que proceden de Rusia y que están llegando con cuentagotas desde hace ya varios meses, lo que frena la producción. Ante esta situación, la dirección ha decidido reducir la jornada de la plantilla a la espera de que el mercado internacional se normalice.

La propuesta de Aernnova pasa por un ERTE para 242 trabajadores desde la primera semana de marzo hasta finales de abril. Cada empleado gastará nueve días de paro aunque esas horas se distribuirán a lo largo de diferentes jornadas, con una reducción de la misma. Es decir, no serán días completos sino que tendrán que ir a la empresa pero menos tiempo del habitual. En marzo, la reducción será del 32% mientras que en abril el porcentaje bajará hasta un 10% para completar el total.

En principio, quedará excluido del ERTE el personal encargado de la construcción del helicóptero Superpuma, que no necesita la pieza de titanio, así como las secciones de pintura y los mandos superiores. Tampoco figuran en la lista aquellos empleados que están desplazados en otras fábricas de la compañía. En total son 123 trabajadores los que no estarán afectados por un expediente que aún no ha sido negociado con los sindicatos.

Será mañana cuando las dos partes se sentarán a hablar para buscar un acuerdo. «Existen otras alternativas», afirman fuentes de la plantilla consultados por EL CORREO, que reconocen los problemas de suministro que alega la empresa pero que entienden que es posible buscar fórmulas menos lesivas para solventar una situación que es temporal, ya que la misma compañía confía en que para verano no solo pueda retomarse el ritmo normal de producción sino recuperar el trabajo que ahora se tiene que postergar. También la empresa ve posibilidades de evitar una medida tan drástica y prefiere hablar de «flexibilización de jornada» en lugar de ERTE.

Una parte importante de la producción de Aernnova, ubicada en el polígono de Berantevilla pero que cuenta con un alto porcentaje de mirandeses en su plantilla, es la elaboración de una sección central del Airbus A-220 que requiere una forja de titanio que procede de Rusia. Desde que estalló el conflicto bélico, el suministro de la misma se ha reducido y de fabricar una media de ocho aviones al mes se ha pasado a dos, contratiempo que al final ha llevado a la empresa a adoptar medidas.

El objetivo de los sindicatos, en el periodo de negociación, es conseguir que la capacidad adquisitiva de los trabajadores no se vea mermada. En caso de que el ERTE sea inevitable, tampoco comparten que se apliquen reducciones de jornada en lugar de días completos.