Alucoil decidirá este mes si elige Miranda para instalar una nueva filial

Cada una cuenta con sus puntos fuertes. Pero, sin duda, Miranda tiene mucho peso porque «nosotros estamos muy a gusto aquí, donde hemos crecido y empezamos de cero. Además, toda la plantilla vive en la ciudad y llevamos el nombre por todo el mundo con nuestro Blanco Miranda, un producto que llevamos a todo los lugares», enumeró Clemente González Soler, presidente de la multinacional.

En contra de la localidad juega el hecho de que en las instalaciones del polígono de Bayas «ya no cabemos». En la parcela que ocupan en la calle Ircio no hay espacio para levantar nuevas edificaciones; mientras que en las otras ubicaciones con las que compite Miranda, tanto en Linares como en Sabiñánigo, tienen «terreno y naves disponibles. Eso es una ventaja para esas dos opciones», reconoció.

Máxime si se tiene en cuenta que «queremos hacerlo muy rápido» y en este país, a veces, las gestiones burocráticas «son muy lentas». Hasta el punto de que «incluso se aprueban las cosas por silencio administrativo, lo que considero una gran ineficacia».

Y el tiempo es importante para que Alucoil pueda cumplir con los plazos que se ha marcado. De ahí que González no dudara en apuntar que si se decantan por crecer en Miranda necesitarán contar con «un compromiso de rapidez para poder poner esta nueva compañía en marcha lo antes posible». Pero en ese sentido, el presidente de Alucoil no dudó en mostrarse seguro de que van a poder contar con «todo el apoyo» del Ayuntamiento y de la Junta de Castilla y León.

Facturar en 2015

Más allá de la disponibilidad de terrenos y naves lo que le preocupa al máximo responsable de la compañía es que la nueva empresa y la inversión entren en producción en el corto plazo. «Si todo va bien, tendría que estar en marcha antes de junio de este año para que empezara a facturar dentro de 2015».

El proyecto contará con una inversión de unos 20 millones de euros en los próximos tres ejercicios. Un periodo en el que, según sus cálculos, se podrían crear «entre 40 y 50 empleos. Este año se empezaría con 10 ó 15 personas y se iría creciendo hasta alcanzar ese número» en una planta pensada para exportar el 80% de su producción.

El mercado es amplio para materiales elaborados , muchos de ellos, con tecnología de alto nivel. «En Alucoil hay maquinaria única en el mundo. Tenemos cuatro líneas de producción de las que no existe ninguna igual. Es una tecnología que hemos desarrollado y sobre la que hemos conseguido mantener la confidencialidad. Está diseñada por nuestros ingenieros, desarrollada y producida aquí. Eso es importante». Piezas salidas de la planta de Miranda, apuntó a modo anecdótico González, se pueden encontrar en los radares militares más modernos del mundo. «Eso significa tener tecnología y tecnología propia», concluyó.