Llega el verano, los niños han terminado el colegio y el tiempo invita a disfrutar de la naturaleza. Es un excelente momento para inculcar a los más pequeños el hábito montañero. Eso sí, planteado siempre como un juego. Porque forzarles hoy a una actividad ... en la que no lo pasen bien es garantía de que más adelante la rechazarán.
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Por eso traemos hoy tres excursiones montañeras sencillas y aptas para todos los públicos. Ideales para hacer en familia. Propuestas que, más allá de la propia cima, incluyen atractivos adicionales que harán la delicias de los más pequeños. Y de los mayores.
Ilso es un término utilizado en las comarcas occidentales de Bizkaia, desde las Encartaciones hasta Carranza, en incluso en los valles limítrofes cántabros, para referirse a una piedra hincada en la tierra. Un mugarri, en definitiva. Varios montes lo llevan en su denominación: Ilso de Estacas e Ilso de Pedranza en Ordunte e Ilso de Eguen en sierra Santxosolo, sobre Güeñes, que vamos a conocer en esta excursión, junto a sus cumbres aledañas: Laguna y Arzia/Carobo.
El alto de Rigadas, al que se accede desde Sollano (Zalla) permite convertir en la travesía por este cordal en poco más que un paseo, además de descubrir el aeródromo que se alza a sus pies, habilitado para facilitar los trabajos de fumigación forestal y que sin duda dejará volar la imaginación de los más pequeños.
Aparcamos en el amplio alto, confluencia de pistas. Seguimos la de frente, que enseguida llega a otro amplio cruce de pistas. Continuamos por la de la derecha, que rodea las lomás por las que luego descenderemos. Los que no se quieran complicar pueden seguir por ella hasta el aeródrómo. Los que quieran un paseo más montañeros, en un modesto collado, a la derecha, deben de seguir un camino que recorre las cumbres de este cordal -Lanzagorta y Pico de la Parca ambos señalados con dos grandes ilsos- antes de descender al aeródromo.
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Alcanzada la pista, enfrente se eleva la primera cota del cordal cimero, el Laguna, también señalado, como no, por un ilso, y donde se ha instalado una torreta de madera para disfrutar de las vistas panorámicas. Aupados ya a la divisoria, la recorremos (dch) hasta el Ilso de Egüen, cuyas vistas al valle de Kadagua explican su preponderancia sobre el cercano Arzia, que mide dos metros más pero no ofrece las panorámicas de su vecino.
Desde el Arzia, descendemos por un sendero siguiendo el cordal hasta una pista. La seguimos hacia la derecha para retornar al aeródromo. Allí retomamos la ruta de subida, aunque al llegar al collado previo al Pico de la Parca seguiremos por la pista en vez de repetir las cimas. Al llegar al desvío desde el que hemos subido al Lanzagorta, dejaremos el camino principal para seguir otro (dch), que recorre las lomas herbosas que nos llevan de vuelta al Alto de Rigadas.
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Cimas: Ilso (563 m), Laguna (552 m), Arzia/Carobo (565 m).
Inicio: Alto de Rigadas
Tiempo: 2h.00' (0h.50' de ascensión al Ilso)
Distancia: 6,7 km.
Desnivel: 250 m.
El Belabia o Engua es el punto culminante del modesto cordal que separa por el oeste el Parque Natural de Izki del valle de Marquínez. Ambas vertientes muestran una fisonomía radicalmente distinta. Hacia la llanada de Izki, sus laderas están pobladas de un frondoso bosque en el que manda el marojo (la mayor mancha de Europa). Hacia Marquínez, por contra, la montaña se muestra despejada y la erosión ha creado caprichosas formas y monolitos que invitan a dejar volar la imaginación. Las cuevas excavadas en algunos de ellos son de obligada visita para regocijo de los más pequeños.
Marquínez se estira a orillas del río Molino. Tiene buenas casas y una gran plaza con fuente y pilón donde vemos los paneles informativos del Parque de Izki. Protegida bajo Peña Askana destaca la parroquia de Santa Eulalia (1556). La roca fue horadada durante siglos por los ermitaños. En una de las cuevas, la llamada Santa Leocadia, se conservan dos bajorrelieves célticos de Epona (diosa de los caballos).
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Los altos de Engua, ocultos desde Marquínez, se alargan sobre el valle. Cruzamos el puente y por la calle que bordea la iglesia (izq), caminamos hacia la montaña. Unos letreros informan de direcciones y recorridos. Nuestra senda es la de Botondela/Engua. Sube hacia un contrafuerte rocoso. Conecta con una pista carretil y remonta los llanos. Caminamos por terreno abierto salpicado de enebros, brezos, robles achaparrados, plantas aromáticas y algún acebo hasta un falso llano. Se aprecian los mogotes de caliza rojiza de la ladera. Frente a nuestra posición destaca en la loma de enfrente la ermita de Beolarra. Afloran grandes lastras por donde circula el agua en temporada de lluvia.
El sendero asciende hasta una zona de barbechos roturados. Poco después alcanzamos los altos de Engua donde las hayas ganan terreno cada día. Por terreno abierto y herboso (dch), seguimos el hilo de la loma hasta alcanzar la base de Belabia. Sólo resta remontar un sendero bien pisado entre hayas jovenes, acebos y enebros de buen porte, hasta un pequeño rellano. Poco después pisamos la cima.
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El hayedo que remonta ambas vertientes, de manera especial por Izki, oculta el panorama. Cuentan en el pueblo que hasta hace veinte años la cumbre estaba despejada, pero que las frondosas ha ganado las laderas de Engua.
Bajamos hasta las señales, que indican el camino a Marquínez. Descendemos por cualquiera de los senderos que se dirigen al valle. Pasan junto a los monolitos. Espectaculares y de formas variadas. Al rato conectamos con la pista parcelaria. Por ella bajamos al depósito de agua. Continuamos hasta el camino que recorre la orilla del río y pasa ante la iglesia antes de retornar a Marquínez.
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Cimas: Belabia (971 m)
Inicio: Marquínez
Tiempo: 2h.30' (1h.30' de ascensión)
Distancia: 7,6 km.
Desnivel: 310 m.
La mano del hombre y el precio del progreso han reducido la condición montañera de muchas cumbres a un mero recuerdo. Antenas, repetidores y, más recientemente, parques eólicos han sido el motivo para abrir pistas hasta la misma cima de muchas montañas. Sin embargo, siempre queda algún camino que permite reeditar viejos esplendores montañeros.
El Eneabe es un claro ejemplo. Esta cumbre de las estribaciones de la sierra Gorbeia se alza sobre Ubide, casi en el límite con Álava, desde donde se puede llegar por un camino perfectamente asfaltado hasta sus antenas cimeras. Sin embargo, si la ascensión la afrontamos por la vertiente norte, podremos disfrutar de una entretenida excursión por paisajes naturales y buenas vistas al principal macizo de Bizkaia, que además parte de uno de los parajes más mágicos de la Naturaleza vizcaína, el hayedo de Otzarreta.
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Dejamos el coche en el aparcamiento del hayedo, al que se accede desde Barazar, y enfilamos por la pista que deja el bosque a la derecha. Enseguida llegamos a una bifurcación. Seguimos el camino de la izquierda, que gana altura con brío. Desechando los desvíos, continuamos subiendo por la vía principal hasta que empieza a llanear. Otra bifurcación se ofrece ante nosotros. Nuestro camino es el de la derecha. Sale a terreno abierto, con bonitas vistas al Gorbeia, y rodea la cima menor de Zepalekueta, coronada por un antena.
El camino llega al collado que separa esta cumbre del Eneabe y seguimos la divisoria hasta la cercana antena del Eneabe. Para llegar al buzón rodeamos edificación y caminamos por el herboso cordal hasta la cima.
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Retornamos a la antena y descendemos por su pista de servicio hacia Ubide. No llegaremos hasta el núcleo rural. En las primeras casas del pueblo cogemos a la derecha un camino que realiza una amplia zeta y baja hasta la pista que recorre la vega de Undabe camino de la meseta de Arimekorta.
Este agradable camino llanea a la sombra del bosque de ribera y con el siempre relajante sonido del arroyo como compañía. Llegamos a un zona donde el terreno se abre en una amplia explanada. Dejamos la pista principal y buscamos (dch) un camino. Tras un fuerte repecho, desemboca en otra pista, que seguiremos en un largo descenso de vuelta a Otzarreta, aunque al divisar las primera hayas saldremos del camino para coger un sendero que se adentra en este siempre mágico bosque y lo recorre hasta el aparcamiento.
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Cimas: Eneabe (782 m)
Inicio: Hayedo Otzarreta
Tiempo: 3h.00' (1h.00' de ascensión)
Distancia: 9 km.
Desnivel: 340 m.
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