Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Mi proyecto 'Caminar en Silencio' surge hace muy poco tiempo. Durante una salida en el invierno de este mismo año 2019, mi compañero subía trazando zetas con sus esquíes sobre la ladera, justo unos metros delante de mí. Por encima de nosotros, el collado de ... la Canal del Castro Valnera dibujaba una media luna blanca, perfecta. Recortada contra un cielo de color turquesa. Y entonces, no puede evitarlo, le grité: «¡Txutxi. ¡Ahí arriba está el cielo!». Compartir una emoción tan íntima posiblemente fue inútil. Quizá ni me oyó y aquel esfuerzo por convertir en palabras un sentimiento que brotaba desde lo más profundo, podía habérmelo ahorrado. Guardar dentro de mí aquella emoción y apurarla hasta el final.
En el 'Elogio del Caminar', un libro de David Le Breton que recomiendo tener siempre cerca, se narra una experiencia parecida a la mía. Una historia entre el novelista griego Kazantzakis, su compañero de camino en el monte Athos, y Le Breton, quien subraya «la palabra fracasa al intentar describir la potencia de un instante o la solemnidad de un lugar», para añadir «la emoción se expresa con palabras estereotipadas, pero, en el mismo impulso se desintegra»
Esta experiencia la he vivido demasiadas veces a lo largo de mi vida - y no sólo en la montaña-, por eso ahora, encuentro que caminar en silencio puede ser una forma de libertad. Una forma de conexión con nuestro interior. Hacer lo opuesto a lo que estamos acostumbrados es, para mí, una oportunidad de escapar a la hiperconexión, al ruido, al exceso de comunicación, y más desde que tenemos móvil.
Una forma de experimentar qué sucede si en lugar de palabras, compartimos el silencio. De esta manera, empecé a perfilar este proyecto de convertirme en guía de rutas, para compartir lo que me emociona y me llena. Para repasar en silencio los viejos caminos que recorrí con mi padre, los mismos que enseñé a mis hijos.
'Caminar en Silencio' propone compartir rutas - sendas las llamo yo- que tengan alto valor paisajístico y se adecuen a las condiciones de los participantes.Es difícil salirse de los caminos trillados. Ahí está wikiloc para evitarlo. Reinhold Messner, hace tiempo, puso en marcha Mountain Wilderness http://www.mountainwilderness.org/ en un intento de dejar los mapas en blanco, de borrar las huellas, de no dejar rastros de nuestro paso. Pero hoy en día se comparte absolutamente todo.
La cuestión para mí está en intentarlo de otra manera. Son muchos años de patear y tengo en mi haber un repertorio de itinerarios -de todos los niveles de esfuerzo-. Con desplazamientos de pocos kilómetros a nuestro alrededor, os descubriré lugares en los que la naturaleza no ha perdido aún su fuerza espiritual.
Cada senda tendrá dos partes de camino en silencio, entre las que se intercalará un 'shinrin-yoku', llamado también «baño de bosque». Una práctica muy popular en Japón. Para terminar la ruta y -como hacen los buzos submarinos- salir poco a poco del silencio «para evitar una rasgadura del espíritu», tal como las llama Peter Matthiessen, en su libro «El leopardo de las nieves».
A quienes me acompañan, les resumo la propuesta como una forma de disfrutar de esta forma:
- Caminar con los cinco sentidos en diálogo con el paisaje, en conexión con la naturaleza.
-Caminar como una forma de retiro activo, con absoluta concentración, en relación íntima con el camino, buscar el equilibrio del cuerpo, disfrutar del apoyo correcto.
-Acompasar la marcha con la respiración, mejorar nuestra relación con el esfuerzo físico.
-Detener, mientras tanto, el flujo de pensamientos, ocupaciones, tareas y problemas pendientes.
-Nos permite conectar con nosotros mismos.
-Abandonar los pensamientos negativos y mejorar el estado de ánimo.
-Prestar atención a la acción de caminar y a la respiración.
-Escuchar el silencio y aquietar la mente.
-Sentir todo lo que sucede dentro y fuera de nosotros.
-Estar sólo en el presente y no intervenir ni mental, ni emocionalmente
'Caminar en Silencio' creo que les puede ir bien a aquellas personas con agendas muy cargadas, programadas a meses vista. Personas que necesiten disminuir la presión del ritmo diario en un mundo tan acelerado y competitivo como el nuestro. También a aquellas que tienen un alto nivel de estrés y deseen liberar su mente de preocupaciones, inseguridades...Estoy convencido de que simplemente la concentración en caminar, respirar y escuchar el silencio, resultará una terapia para recuperar el bienestar físico y emocional. Lo que les permitirá afrontar sus metas personales y profesionales en mejores condiciones.
Poseo una dilatada experiencia en montaña. Pasé de ir los domingos al monte Pagasarri con mi padre, a subir al Pirineo, en una época gloriosa en la que hacer alpinismo en este país era una actividad más que deportiva, heroica. Así empecé a soñar y viajé a la Cordillera Blanca en el Perú para ascender al nevado Huascarán. Después a los Alpes y al Himalaya. Al macizo del Nun Kun. Atravesé el reino del Zanskar a pie y tomé parte en una expedición free lance de picos de 6000 metros en Nepal. Así, con unas cuantas ascensiones clásicas en el bolsillo, ahora combino dos pasiones: el esquí de travesía - no lo dejaré mientras pueda- y andar. Gozo con ponerme la mochila, volver a los caminos cercanos y repasarlos en silencio.
Más información en www.caminarensilencio.com
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.