Los pulmones parecen buscar un lugar fuera de la caja torácica mientras las piernas empiezan a fallar y los apoyos de manos se suceden cada vez con mayor frecuencia. A casi 7.000 metros de altitud, el checo Martin Zhor ya no corre: doblado como ... una escuadra trata de avanzar lo más rápido que puede, pero casi ya no puede y duda. Persigue un récord camino de la cima del Aconcagua (6.962 m) y la última vez que ha mirado su cronómetro, a su paso por La Cueva, a 6.600 m, éste señalaba 3 horas y 10 minutos, un suspiro teniendo en cuenta que arrancó desde el Campo Base de Plaza de Mulas (4.200 m).
Publicidad
Dispone de menos de media hora para cubrir los 400 metros de desnivel finales. Toca la cumbre, para el cronómetro y se derrumba: necesita respirar, dejar que duela y que el dolor poco a poco abandone su organismo. Mira de nuevo su cronómetro y una sonrisa cambia el rictus de su cara: el récord es suyo: 3 horas, 38 minutos y 17 segundos. Nadie antes había subido tan rápido, aunque en el Aconcagua conviven diferentes récords de velocidad.
Hasta la fecha, el trío de ases formado por Bruno Brunod, Fabio Meraldi y Jean Pellisier conservaban el récord desde el año 2000: 3 horas, 40 minutos y 20 segundos. Los tres salieron rápidamente cuesta abajo para detener el reloj de nuevo en el base y fijar un récord de ida y vuelta en 4 horas y 52 minutos. Zhor solo buscaba el récord de ascenso para lo cual se benefició, el pasado diciembre, de un año muy seco que le permitió correr con ropa ultraligera y zapatillas, puesto que no encontró nieve en su camino. El checo, de 38 años y residente en Chamonix, subió tres veces en 10 días a la cumbre del Aconcagua. La segunda, invirtió casi una hora más que el récord y, al mejorar su aclimatación pudo rebajar el tiempo apenas tres días después.
Su récord difiere del otro tipo de récord que se persigue en esta montaña. Salir desde Horcones (es decir, a 2.900 m y a 23 kilómetros del Campo Base de Plaza de Mulas), pisar la cima y regresar es una opción que el mediático Kilian Jornet recolocó en el mapa. Pero durante 8 años, el asturiano Jorge Egocheaga ostentó dicho récord con 13 horas, 46 minutos y 19 segundos. Jornet, invirtió una hora más en subir y recuperó con creces lo perdido en la bajada para colocar el tiempo en 12 horas y 49 minutos. Jornet aseguró entonces haber sufrido por la altitud: «a partir de los 6.500 metros me costó mucho avanzar, sentía el cerebro comprimido». En 2018, Karl Egloff batió el tiempo de Jornet, dejándolo en 11 horas y 52 minutos.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.