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ALBA LLANO OLAY
Lunes, 20 de enero 2020
Hace unos meses hablamos de los refugios de montaña desde los que podrías tocar el cielo y ahora toca volver a asomarse a algunos de los paisajes más impresionantes del mundo y en plena naturaleza, pero esta vez desde balcones naturales y miradores de ensueño.
Para visitar muchos de ellos, tendrás que dejar a un lado el miedo a las alturas, tragar saliva e intentar respirar porque algunas de estas vistas son capaces de cortar la respiración. Si prefieres no correr riesgos e igualmente disfrutar del paisaje, también hemos recopilado algunos miradores más accesibles e igual de mágicos. Prepárate para disfrutar de las vistas.
A 7 kilómetros en línea recta del salto del Nervión se encuentra otro muy grande, el de Gujuli. Las dos cascadas se hallan entre las más altas de España y tienen mayor desplome, por ejemplo, que las cataratas del Niágara o el Iguazú: Gujuli, de unos 100 metros, y el Nervión, de 207. La diferencia es el volumen de agua, claro. De nuevo, hay varias maneras de acercarse y ver este fenómeno de la naturaleza, siempre con la prevención de que nos movemos en terrenos escarpados y peligrosos en los que nunca hay que exponerse.
Una de las rutas tradicionales comienza en la hermosa iglesia románica y enfila hacia el puente del ferrocarril. Tras atravesar la vía se pasa por un rústico torno, que conduce a un camino que bordea el pronunciado cortado. En alguno de los puntos se domina el impresionante circo de la cascada. El final de la vereda nos adentra en un robledal.
Si antes de llegar a Gujuli se toma un camino a la izquierda, se llega en poco tiempo al mirador desde el que puede contemplarse el cañón y la cascada desde otro punto de vista. Es un capricho modernista más en un paisaje que combina la naturaleza más salvaje y un caserío colgado, con su puente y su iglesia. Esa huella humana es la que se asoma desafiante al gran vacío del barranco, formado por la erosión del arroyo Oyardo, afluente del río Altube, que también va al Nervión.
El mirador del Fitu es una estructura de hormigón y cemento creada en 1927 que sobresale del terreno, que se eleva un metro y medio del suelo, a mitad del camino entre Colunga y Arriondas. Está situado en un lugar privilegiado y en uno de los collados más famosos de la Reserva natural del Sueve y es una de las visitas obligadas en Asturias. Desde él se puede disfrutar de la grandeza del paisaje asturiano en 360º, rodeado por las altas cumbres de los Picos de Europa, la Cordillera Cantábrica, numerosos valles e incluso de la costa asturiana en los días despejados.
Es uno de los miradores más espectaculares y de mejor acceso para contemplar la belleza del Picu Urriellu. El Mirador del Pozo de la Oración, se sitúa muy cerca de la localidad de Pozo de Cabrales (a unos 600 metros de distancia) y en dirección a Cangas de Onís. Un lugar muy bien señalizado en el que existe un gran aparcamiento y una zona de merendero con mesas. No se trata de un mirador de gran altura, sino que lo que más hay que señalar de él, es que solo necesitarás levantar la mirada para encontrarte con estas preciosas vistas panorámicas del Picu Urriellu.
Este es uno de los lugares más sorprendentes de Asturias, por su belleza natural y potencia paisajística: el Cabo Peñas (Gozón). Un lugar conocido, no solo por los turistas, sino por los navegantes de todas las latitudes, por ser el punto más septentrional de Asturias y uno de los puntos que marcan el norte de la Península Ibérica.
Desde este lugar podrás disfrutar de uno de los cabos más impresionantes de la geografía española, desde él se pueden contemplar unas vistas impresionantes del acantilado, de los islotes del litoral, además del entorno verde, sus caminos y del faro que se ubican en este lugar y que componen una escena de película.
Como su nombre indica, este mirador es prácticamente un paseo por el cielo. Y es que no sabemos si es más impresionante este mirador, sus vistas o la plataforma de cristal suspendida en el aire a unos 4000 pies del suelo. Una atracción turística que fue inaugurada en marzo del 2007, que fue obra del arquitecto David Jin y que año tras año hace que miles de turistas se acerquen a disfrutar de estas impresionantes vistas. Un paisaje que si lo visitas seguro querrás inmortalizar, pero el único problema es que están prohibidas las cámaras, eso sí podrás adquirir una instantánea de un fotógrafo profesional a la salida. Un servicio que como era de esperar, no va incluido con la entrada.
Este mirador está situado a 479 metros de altura sobre el nivel del mar y ofrece una vista única de las islas de la Graciosa, Montaña Clara, Alegranza, Roque del Este y Roque del Oeste. El mirador ofrece también varios puntos para la observación del Parque Natural del Archipiélago Chinijo y el Risco de Famara. César Manrique ha sido el responsable de la reconstrucción de esta antigua posición de artillería, 'Baterías del Río'. El mandó hacer una excavación en el monte, construyendo en la hondada un restaurante. En el interior existe un amplio ventanal circular que permite una espectacular vista del mar, mientras en el exterior un pasillo rodea la edificación y una terraza corona el mirador con vistas del brazo de mar que a isla, el Río así como las de las escarpadas cumbres de Famara o Las Salinas.
Para acceder a este espectacular mirador del mítico Machu Pichu tendrás que estar al menos en buena forma física porque el camino sin duda no es para perezosos. La travesía hasta él te llevará unos cinco días en la montaña hasta llegar a la ciudad perdida y a sus ruinas incas. Eso sí, te aseguramos que una vez llegues a este mágico lugar, el viaje habrá merecido la pena, sobre todo por las espectaculares vistas que te esperan a tu llegada. Un paisaje de nubes, exuberantes cimas, la antigua arquitectura inca y el verde nuclear que contrasta con ella. Un lugar mágico a 2.430 metros de altura, al que sin duda hay que subir al menos una vez en la vida.
The Devil's Pool, la Piscina del Diablo, así se llama una curiosa piscina natural en el río de Zambeze que se ha formado justo en el borde del precipicio de las mismísimas Cataratas Victoria, una de las siete maravillas naturales del mundo. Un lugar que deja sin aliento, que fue descubierto por pescadores y que hoy es una de esas visitas que muchos turistas no quieren perderse si van a estas cataratas. Un lugar en el que el río Zambeze se precipita con violencia a lo largo de 1,7 kilómetros y desde más de cien metros de altura. A la Piscina del Diablo se accede desde la isla de Livingstone, en Zambia y la temporada más consejable para visitarla es la estación seca entre mayo y octubre. Los guías aseguran que el lugar es seguro, pero al menos una decena de personas han llegado a caerse de esta singular bañera. Un lugar sin duda pensado para aquellos a los que no les asusten las emociones fuertes.
La Roca Preikestolen o el Púlpito es uno de los miradores naturales más famosos del mundo, se alza a 604 metros sobre el fiordo Lysefjord y la ruta que lleva hasta él es una de las más famosas de Noruega. Como si un escultor la hubiera tallado, esta formación rocosa se levanta lisa y vertical sobre las frías aguas del fiordo. A ella se puede acceder a través de una caminata de cuatro horas de duración y unos ocho kilómetros de recorrido. Una ruta de dificultad media para la que es recomendable tener algo de experiencia en senderismo, ya que algunos de sus tramos son bastante empinados. Actualmente la Roca Preikestolen puede visitarse durante todo el año, aunque hay que tener especial cuidado y seguir las recomendaciones durante la estación invernal y en los días con mal tiempo. También es recomendable ir con cuidado al acercarse al borde de esta explanada pétrea, ya que se trata de un lugar en plena naturaleza en el que no hay protecciones o vallas.
Este mirador se encuentra situado a más de 3.000 metros de altura (3.165 metros), sobre el glaciar de Stubai. Desde este magnífico balcón se puede disfrutar de unas impresionantes vistas del centenar de cumbres que rodean a este impresionante lugar. Sobre la cima de la montaña, sobresale esta pasarela y plataforma voladiza de acero que está localizada sobre la propia roca y que desaparece bajo la nieve durante la mitad del año.
Este mirador se sitúa sobre el río Elba, cerca de Dresde en el estado de Sajonia, un bastión que se ha formado por la erosión del terreno durante miles de años. A una altura de 200 metros aproximadamente sobre el nivel del agua, se levanta un puente que une varias de las rocas más grandes de este lugar y desde el que se puede disfrutar de una espectacular panorámica sobre la campiña alemana, un horizonte infinito de pueblos alemanes, castillos medievales y ríos de cuento de hadas.
En lo más alto del monte Machincang se encuentra esta construcción llamada Skybridge, un puente colgante muy peculiar que se mantiene entre dos montañas y que fue construido en el año 2004. Se trata del puente en suspensión más grande del mundo, ya que juega con el equilibrio de los pesos para mantenerse entre esas dos montañas y su superficie se extiende por 125 m de largo. Su pilar central encargado de aguantarlo en el aire es basculante y fue todo un reto para los ingenieros que lo diseñaron, ya que fue necesario tener en cuenta el viento y las condiciones climatológicas, de hecho cuando estas no son las adecuadas el puente suele estar cerrado al público. Esta pasarela sobrevuela el monte Mat Chinchang, a 700 metros sobre el mar. Un paseo vertiginoso que, solo por las vistas que se contemplan desde él, habrá merecido la pena.
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