

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La noticia corría como la pólvora el pasado lunes por los mentideros alpinísticos. Después de tres días en los que el buen tiempo había permitido ... decenas de cumbres en el Annapurna (8.091 m), un súbito cambio de la meteorología había atrapado a muchos de ellos durante el descenso, viéndose obligados a esperar más de lo previsto en los campos de altura, por lo que muchos se quedaron sin comida, gas para derretir la nieve e hidratarse y oxígeno suplementario.
El balance era descorazonador. El irlandes Noel Hanna, un experimentado montañero que había hollado el Everest una decena de veces, fallecía en su tienda de campaña del campo 4 y el indio Anurag Maloo, que había renunciado a su intento de cima en el campo 4, era dado por desaparecido tras caer en una grieta. Solo la pericia de los pilotos de los helicópteros de rescate que se arriesgaron en medio del temporal evitó que la tragedia fuese aún mayor. Evacuaron desde distintos campos de altura a otros seis alpinistas por agotamiento o con congelaciones.
Hasta aquí el relato de algo que, por desgracia, cada vez es más frecuente en los ochomiles. La consecuencia más lógica ante un imprevisto en ataques masivos a cumbre a cargo de expediciones comerciales que abusan de las botellas de oxígeno y arrastran hasta la cima a alpinistas sin experiencia suficiente o incluso sin una correcta aclimatación. De hecho, la mayoría de los que han hecho cima en el Annapurna estos días han utilizado oxígeno artificial, pese a ser uno de los ochomiles más 'bajos'.
Mientras tanto, Seven Summits, la agencia con la que el escalador indio desaparecido en una grieta había ido a la montaña, montaba un equipo de rescate con seis sherpas en busca de lo que todo indicaba iba a ser el cuerpo sin vida de Anurag Maloo. El grupo estaba formado por Chhang Dawa Sherpa, Lakpa Nurbu Sherpa, Chhepal Sherpa, Dawa Nurbu Sherpa, Lakpa Sherpa y Tashi Sherpa. Probablemente el equipo más fuerte de sherpas de la agencia y la mayoría de ellos compañeros habituales de Alex Txikon en sus expediciones invernales. De hecho, Chhepal fue uno de los que holló en Manaslu con el vizcaíno el pasado enero.
Nada más conocer lo sucedido, al grupo se sumaban los polacos Adam Bielecki y Mariusz Hatal, que se encuentran en la montaña para intentar abrir una nueva vía por la dificilísima cara noroeste. Bielecki es un viejo conocido de los ochomiles. Se trata de uno de los alpinistas más fuertes de la actualidad, compañero de cordada de Txikon en varias expediciones. Suma cuatro ochomiles en su palmarés, entre ellos nada menos que dos primeras invernales -Gasherbrum I (2012) y Broad Peak (2013)- y ya sabe lo que es realizar un rescate extremo. En invierno de 2018, junto con Denis Urubko, lograron salvar a la francesa Elisabeth Revol en el Nanga Parbat a casi siete mil metros de altura.
Según explicaron otros alpinistas que descendían con él, Anurag bajaba agotado y en un rappel se equivocó de cuerda y se enganchó a una demasiado corta. Pese a los gritos de sus compañeros, el escalador indio no se percató del error y se precipitó ladera abajo hasta caer en una grieta entre los campos 3 y 2, a unos 6.000 metros de altitud, en la zona más técnica y peligrosa de la ruta, donde las avalanchas son frecuentes.
Sus compañeros le llamaron desde la superficie, pero no hubo respuesta. La zona era demasiado peligrosa para permanecer mucho tiempo, así que decidieron bajar al campo base y dar la voz de alarma. De hecho, al día siguente un helicóptero sobrevoló la grieta en busca de algún rastro, pero no vio señal alguna de vida. Inmediatamente se organizó el rescate.
El siguiente paso fue esperar a que la meteorología permitiese al helicóptero volar para trasladar a los ocho protagonistas del rescate. La ventana llegó ayer por la mañana. Los polacos rapelaron por la grieta unos 50 metros hasta llegar a la altura de Anurag Maloo. Y entonces es cuando llegó la sorpresa. «Esperábamos encontrar su cuerpo sin vida en el fondo de la grieta pero estaba vivo», relató Adam a la web 'explorerweb'. El alpinista había sobrevivido milagrosamente a la caída y había aguantado tres días. Tenía heridas de gravedad y apenas respiraba, pero estaba vivo.
Así que lo que inicialmente era un dispositivo de extración de un cadáver se convirtió en el operativo de rescate de un herido. Los alpinistas equiparon la grieta y sacaron lo más rápidamente que pudieron a Maloo. El mal tiempo impidió su traslado hasta Katmandú, así que fue evacuado inicialmente al cercano Hospital Manipal de Pokara y luego, tras ser estabilizado, al Hospital Medicity en Katmandú. Allí ha quedado ingresado en la UCI, en coma, conectado a un ventilador y en estado crítico. Sin embargo, los médicos ven un «rayo de esperanza», ya que el paciente está «tratando de mover su cuerpo y haciendo esfuerzos para respirar espontáneamente», segun informa 'The Himalayan Times'.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.