
El pasado invierno, tres de los mejores alpinistas italianos estrenaron un nuevo itinerario a la aguja Standhart, en la Patagonia argentina. Matteo Della Bordella, Matteo Pasquetto y Matteo Bernasconi bautizaron su nueva ruta de una manera que ahora, a la vista de los acontecimientos, parece una broma dramática, un triste giro del destino. La apertura de los tres Matteos fue bautizada en italiano como 'El dado e tratto', la 'suerte está echada', en castellano. Matteo Pasquetto y Matteo Bernasconi han fallecido. Una avalancha segó la vida de Bernasconi cuando esquiaba cerca de su casa días después de que se decretase el final del confinamiento derivado de la pandemia del Covid. Esto ocurrió hace apenas dos meses. El pasado viernes, un resbalón acabó con el joven (hubiera cumplido los 26 tres días después) Pasquetto cuando descendía de las Grandes Jorasses tras estrenar un sueño: una ruta inédita en la cara este de la icónica montaña alpina. Los dos compañeros de Pasquetto señalaron a las autoridades que avanzaban «desencordados por la sencilla arista del Rocher du Reposoir cuando Matteo resbaló y cayó». Aspirante a guía de montaña, Pasquetto destacaba por su profundo conocimiento del macizo del Mont Blanc y había colaborado con Fabrizio Calebasso en la confección de una guía de escalada recién finalizada que recoge las mejores escaladas de la vertiente italiana del macizo.
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La ruta 'El dado e tratto' venía a completar una fantástica trilogía para el grupo de montaña Ragni di Lecco (las arañas de Lecco): miembros de éste club conquistaron el Cerro Torre, otros tomaron su relevo en la Aguja Poincenot y los tres Matteos (tras repetir la difícil ruta a la Poincenot) dejaban su sello personal en la norte de la Aguja Standhart. Inicialmente, el trío perseguía la repetición del diedro Británico a la este del Cerro Torre, pero tras asomarse comprobaron que la pared no estaba en condiciones. Entonces, Della Bordella planteó un plan B al que se sumaron sus dos amigos y que, dada la improvisación, llamaron 'La suerte está echada', una manera de pensar que tarde o temprano planea sobre la mente de un alpinista cuando decide escalar rutas de alto compromiso. Bernasconi contaba 38 años de edad al fallecer, trabajaba como guía y fue uno de los mentores de Pasquetto, un alpinista sumamente completo y curioso: «Adoro escalar en roca, adoro escalar en hielo, amo esquiar pero sobre todo amo la aventura y explorar nuevos lugares: soy sumamente curiosoy me encanta descubrir qué se esconde tras el pico que acabo de escalar».
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