El accidente de Iker Bilbao y Amaia Agirre, los escaladores vascos a los que se les da por muertos y ya no se les buscará en la Patagonia tras ser alcanzados por una avalancha el jueves, ha hecho revivir momentos «muy duros» a otros ... veteranos montañeros de Euskadi. Tanto Juanjo San Sebastián como Bixen Itxaso consideran que es una situación «muy difícil» y «dolorosa». Ambos reflexionan sobre el alpinismo, sus riesgos y cómo ha evolucionado una práctica deportiva para la que ahora «los jóvenes están mucho mejor preparados que nosotros».
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Juanjo San Sebastián perdió siete dedos en el Karakórum. Y no solo eso. Allí, muy cerca de la cima del K2, murió en sus brazos su amigo Atxo Apellaniz. El montañero afincado en Bizkaia relató de manera magistral aquel drama, el de las últimas horas que pasó con su compañero, en el libro 'Cita con la cumbre'. «Lo llegas a superar, pero es muy doloroso y genera un gran vacío», asegura. «Entiendo lo mal que lo puede estar pasando Josu Linaza», añade, en alusión al joven de Igorre que salió ileso del alud que ha sepultado a Amaia e Iker. Todo apunta a que será el único superviviente del grupo.
«Eso marca», dice Bixen Itxaso. El veterano escalador guipuzcoano (67 años) tiene una larga lista de amigos muertos en la montaña: Juan Carlos Fernández Azanza, Patxi Zabaleta, Josetxo Pikabea, Félix Ruiz... Itxaso teme dejarse alguno en el tintero. «Han sido muchos y guardo un profundo cariño por todos ellos. Es duro. Sobre todo el momento de comunicar con sus familias», dice.
Bixen conoce muy bien la zona donde se ha producido el accidente. Estuvo allí en los años 80. «Entonces era un lugar inhóspito, con mucho viento, y sin ninguna infraestructura. Para que te hagas una idea, el mítico Cerro Torre solo había sido hollado entonces por una o dos personas. Hoy en día hay decenas de ascensiones documentadas».
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Bixen explica que el Fitz Roy resulta peligroso por las fuertes rachas de aire y por las avalanchas. «En esta época del año, con las altas temperaturas que he visto que está haciendo (el verano austral ha disparado los termómetros hasta los 9 grados), así que lo que se te viene encima si hay un alud no es nieve fresca, sino una masa de roca y sobre todo hielo compacto que es como si te impactara un bloque de hormigón», explica. «Es igual que si te cayera un misil encima. Ya solo con el golpe, las posibilidades de supervivencia son mínimas».
El accidente se produjo probablemente en la base del glaciar. En una zona expuesta pero que está lejos de las trepadas que pueden resultar más comprometidas. De hecho, la avalancha se les vino encima cuando ya encaraban la parte final del descenso.
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Respecto a la suspensión definitiva de la búsqueda, el montañero gipuzcoano tampoco tenía mucha confianza en los equipos argentinos. «Hay que tener en cuenta que es un sitio muy remoto y no hay muchos medios. Son voluntarios y no hay helicópteros. No es como en el Himalaya, por ejemplo, donde todo está más profesionalizado y organizado».
Tanto Bixen como Juanjo San Sebastián opinan que las nuevas generaciones de alpinistas vascos están perfectamente preparados. De hecho, Iker y Amaia formaban la élite de este deporte. El vecino de Abadiño es bombero y atesora una experiencia amplia y variada, con ascensiones y logros de prestigio. La joven guipuzcoana, por su parte, es miembro del equipo de alto rendimiento de Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME).
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«Ahora -apunta Bixen- hay más formación que antaño y más posibilidades de viajar. Todo es más asequible, por lo que la experiencia se coge rápido y la tecnología ha facilitado mucho las cosas: mejores materiales, partes meteorológicos al instante y fiables, presupuestos más factibles para organizar expediciones...».
Lo que no ha cambiado, posiblemente, sea el riesgo. Incluso el veterano escalador guipuzcoano cree que en la actualidad hay más situaciones peligrosas que antes: «El cambio climático está derritiendo glaciares y hay más avalanchas. Eso parece un hecho. Y puede que en este caso de la Patagonia haya cierta relación».
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Y, si subir a la montaña es siempre un riesgo, ¿por qué hacerlo? «Es una pregunta que me hacen mucho», explica Juanjo San Sebastián. «Suelo responder que las montañas están llenas de vida y los que las ascendemos vamos en busca de esa vida. Y sucede que la vida está, a veces, en el mismo sitio que la muerte».
Bixen Itxaso reflexiona también sobre el componente filosófico de este deporte. «Si nadie hubiera querido ir más allá, no se conocerían muchos continentes. Es ese afán de conocer, de explorar, de aventura... Eso es lo que nos mueve. Además de la inspiración de querer superarse a uno mismo, de conseguir retos... Es algo propio del género humano».
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Tanto San Sebastián como Itxaso seguirán con angustia la búsqueda de Iker y Amaia. Y lanzan un mensaje de fuerza para sus allegados. «Son momentos muy difíciles».
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