«Cuando nos han avisado pensábamos que era una broma», dice el director de 4Set

Llevan toda la mañana brindando con cava... y lo que les queda. Hoy iba a ser un día algo especial en la oficina, tocaba mandar las felicitaciones navideñas a la clientela, pero el guion quedaba roto poco antes de las diez de la mañana, cuando los niños de San Ildefonso cantaban el 51.244. Poco después, llamaba la lotera, Amaya. «No dábamos crédito». Tras el escepticismo inicial,sse desataba la locura en la sede principal de la empresa, en la avenida Zugazarte de Getxo, donde trabajan una veintena de personas, pero también en sus otras cuatro delegaciones de Vitoria, Pamplona, Logroño y Madrid, hasta donde también ha llegado la suerte del 'segundo'. En total un centenar del empleados de 4Set que, a buen seguro, celebrarán unas navidades más felices de lo habitual.

«La mayoría de los trabajadores de la consultoría llevábamos algo, así que el premio está muy repartido entre todos los compañeros y además algunos compartían el décimo con familiares y amigos. Hay mucho que celebrar», apuntaba satisfecha una empleada, Sandra, que lleva uno compartido.

Más afortunada es Itziar Martínez, responsable de Servicios y alidad, que lleva 4, aunque «muy repartidos». Además de alegrase en el plano personal, Itziar confía en que este golpe de suerte permita «crecer, ampliar plantilla y seguir avanzando» a una empresa joven, fundada en 2012. Y revela que la elección del número no ha sido casual: siempre escogen en Navidad «un número que incluya cuatros», en referencia al nombre de la empresa, 4Set, que sintetiza la filosofía y el espíritu deportivo que imprimen a su labor.

«Ojalá nos de más a conocer», confía Itziar mientras degusta los pasteles y el cava que han encargado nada más saberse agraciados por el azar. Entre el resto de los trabajadores, el destino del premio es más que previsible: amortizar hipotecas, tapar agujeros... «Venimos de años muy malos».

María Jesús, otra empleada que además es «amiga personal» de la lotera de Artea que ha distribuido el premio ha asegurado que «tenía el pálpito» de que el «este año nos iba a tocar». «Pero hasta que no te toca no se puede explicar. Es una felicidad y una alegría, y encima compartirlo con los compañeros de trabajo...»