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La familia Alda, muy conocida en Logroño entre otros motivos porque el hijo es el portavoz de Vox en el Parlamento riojano, está de enhorabuena. Son propietarios de la administración en la que ha tocado el Gordo de la Lotería de Navidad, ubicada en la calle Muro del Carmen. El local tenía asignadas las 193 series del 72480. Sin embargo, en la capital riojana solo se han quedado apenas una decena, solo cuatro millones.
Ángel Alda llegó a la presidencia de Vox La Rioja en 2022. Por aquel entonces ya era muy conocido en Logroño. Su familia regenta esta conocida administración desde 1973, cuando sus abuelos Marco y Mari Carmen levantaron la persiana. Desde entonces, la suerte les ha acompañado en varias ocasiones.
Ya entregaron en 2014 el Gordo de Navidad, fueron diez décimos, como en la actualidad. Hace dos años también repartieron 100 millones de euros del primer premio del sorteo del Niño entre sus vecinos, cuando la nueva normalidad empezaba a dejar atrás el covid. Aquel día, el propio líder de Vox La Rioja celebró el premio frente a las cámaras de televisión y se lo dedicó a su abuela.
El alcalde de Logroño, Conrado Escobar (PP), ha sido de los primeros en felicitar a la familia y a los agraciados. «Acabo de felicitar a Ángel Alda de la Lotería número 6 Logroño, la del Muro del Carmen. Ha repartido el Gordo. Enhorabuena a todas las personas agraciadas. Enhorabuena Logroño», escribió en la red social X.
Alda Pérez es un joven logroñés de 33 años que estudió Derecho en la Universidad Pontificia de Comillas (ICAI-ICADE) en Madrid y también hizo el máster de acceso a la abogacía por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Comenzó su carrera profesional en el sector inmobiliario, donde desempeñó actividades relacionadas con la compra, reforma y gestión de viviendas.
Después entró a formar parte de una reconocida marca de vehículos como jefe de gestión comercial y asesoría jurídica. Hasta que logró su acta de parlamentario riojano trabajó en el negocio familiar de lotería, donde había regresado para encargarse de la contabilidad y gestionar las relaciones con empleados, clientes, entidades bancarias y la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado, organismo que regula el sector al que pertenece la empresa familiar.
También tiene una vinculación muy estrecha con el mundo del vino porque es nieto de agricultor e hijo de una jurista especializada en Derecho Vitivinícola.
Después de que Piero Rai Chávez y Alisce Ríos cantaran las dos cifras más deseadas (el del décimo y la cifra de cuatro millones de euros), la alegría se desató en Logroño, al lado de la plaza del Espolón, cuando se supo que era la única ciudad agraciada en una cita del calendario en la que se vende mucho por internet.
Era la cuarta vez que el Gordo caía en Logroño. Las anteriores fueron en 1851, 1961 y 2014. En La Rioja, ya es la sexta vez. No es la primera vez que esta céntrica administración de la capital riojana, conocida por ser de los familiares del portavoz de Vox en el Parlamento autonómico, repartía felicidad a raudales y en solitario. Hace dos años, fue el único sitio de España que vendió el 41665, el primer premio del Niño. Y en 2014 vendió diez décimos del Gordo navideño.
Los curiosos se acercaban a la calle Muro del Carmen número 4 para ver qué pasaba. No había alegría desbordada como en otros puntos de la geografía agraciados con menores cuantías. Pero sí celebración con una copa de vino. «De Rioja, que tenemos que hacer patria», afirmaba Ángel Alda, responsable de una administración que lleva abierta desde hace 51 años. Se mostraba comedido y «nervioso». Era la primera vez que daba el Gordo, pero le quedaba la espinita de que no lo había repartido en su totalidad. Y es que 88 series (352 millones) han regresado a las arcas de Hacienda.
Beneficiarios anónimos
Las otras 105 sí se vendieron, pero de ellas sólo cinco en el vecindario. 50 décimos que ascienden a 20 millones de euros. Un buen pellizco pero que, visto lo visto, supieron a poco en la capital riojana. Piluca Balda fue una de las afortunadas. Contó que se pasó por allí porque su familia compra habitualmente en este despacho. Pero resulta que el boleto ganador no lo adquirió en Logroño, sino en una cena en Madrid en la que una amiga le vendió una participación. Las vueltas del 72480 para terminar en el punto de partida. No hubo más premiados por la zona. O no se dejaron ver. Ya irán con tiempo.
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