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El esperado anuncio de la Lotería de Navidad 2024 ya está aquí. Se ha presentado este jueves. A poco más de un mes del sorteo más esperado del año, el spot lanza un mensaje tan emotivo como siempre. Esta vez el protagonista es Julián. Se trata de un hombre que ve cómo un amigo coloca el cartel de 'Se vende' en su bar, situado en una pequeña aldea gallega. Tras despedirse, Julián se sube a un autobús para dirigirse al centro de Vigo, donde se ha rodado el anuncio.
Julián viaja contemplando el paisaje de Vigo enfrascado en sus pensamientos. Una vez en el centro de la ciudad, engalanada con motivo de la Navidad, acude a una administración de lotería en busca de un décimo y se coloca en la cola.
Allí hay una reportera y un cámara de televisión. Su objetivo es recoger los testimonios de los clientes a escasos días de que se celebre el sorteo. La periodista le pregunta con quién va a compartir el décimo, a lo que Julián, con un rostro algo triste, le contesta que no tiene a nadie.
Ese momento se está emitiendo en directo. Los clientes de un bar, de un gimnasio o una tienda, son testigos de la pena que muestra Julián: les remueve la conciencia y se interesan por quién es ese hombre que se siente tan solo. Se produce entonces un gran movimiento, con los medios de comunicación a la cabeza, en busca de Julián. «¿No sería maravilloso si todos pudiéramos compartir un décimo con él?», lanza una periodista a través de una emisora de radio.
Una joven pareja escucha la historia no lo duda. Suben un vídeo a redes sociales para anunciar que comparten su décimo con el protagonista de la historia. Tal es la repercusión de la campaña que se hace viral bajo el hastag #Yotambien comparto.
La sociedad española se pregunta quién es Julián. Solo han visto su rostro por televisión y nadie le conoce. Ni siquiera él se ha visto en la pequeña pantalla. De hecho, cuando emiten su testimonio, está en otra parte de la casa hablando por teléfono. Su perro ladra al televisor cuando su amo aparece en la pantalla.
El protagonista vive al margen del fenómeno que se ha montado. En su tractor escucha la radio. Cuentan la historia de un hombre que se llama como él y piden ayuda para encontrarle. «Vaya fechas para perderse», dice Julián.
En casa, este hombre solitario sigue por televisión el sorteo de la Lotería de Navidad. Comprueba que su décimo no ha sido premiado, lo deja en la mesa y se pone a fregar. Entonces ve la alegría de los agraciados, quienes afirman que comparten el premio con un tal Julián. En ese momento, se fija en que el agraciado que aparece en pantalla lleva una camiseta con su rostro serigrafiado. Y Julián acaba emocionándose ante la solidaridad de sus paisanos.
Este anuncio de la Lotería de Navidad fomenta la empatía, con el lema «compartirlo es extraordinario».
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