Una exposición reivindica en Madrid el legado de Cossío, pedagogo jarrero

Además de su figura, la convocatoria, organizada por la Fundación Francisco Giner de los Ríos y Acción Cultural Española, y comisariada por el arquitecto Salvador Guerrero, destaca uno de los trabajos más representativos del pedagogo krausista, el estudio de quinientas obras del artista Domenico Theotokópoulos, más conocido como El Greco. Libros como El Greco: el Entierro del Conde de Orgaz, El Greco: cuarenta y ocho ilustraciones con texto de Manuel B. Cossío o Lo que se sabe de la vida de Greco, la más célebre de las tres, catapultaron al jarrero a lo más alto en el estudio de la Historia del Arte en la España de principios del siglo XX, por ser uno de los primeros en la utilización de un análisis directo de las obras y el cotejo de la documentación histórica, y por descubrir la figura y personalidad de El Greco, revalorizando su obra y convirtiéndose así en un referente para el estudio del pintor.

Otro de los aspectos de interés que forman parte del recorrido es la vieja capital del Imperio español del XVI. Excursión a Toledo es uno de los libros que el eminente pedagogo de Haro escribió sobre la ciudad castellanomanchega, sirviendo de inspiración al historiador al ser el lugar donde El Greco realizó el volumen más importante de su obra, y donde varias generaciones de intelectuales, como la del 98 y el 27, hallaron un filón fundamental para la cultura española.

Uno de esos intelectuales fue el filósofo, pedagogo y ensayista Francisco Giner De los Ríos. Maestro y padrino de Cossío, De los Ríos está muy presente en esta exposición, abierta en la sede de una institución que ya ha cumplido cien años, y en la que ambos vivieron y desarrollaron gran parte de su trabajo.

Es por ello por lo que en esta exposición podemos encontrar objetos de la vida cotidiana del pedagogo jarrero, como trajes, cartas, revistas y otros útiles de la España de comienzos del siglo XX.

Además, la muestra incluye una importante colección de libros, documentos y manuscritos dedicados a la Pedagogía, entre los que se encuentra una de las joyas del recorrido, El arte de saber ver.

El artículo, escrito en el año 1978 e inspirado en el racionalismo armónico alemán, fue redactado en defensa de la pedagogía moderna, donde para Cossío «dos notas capitales distinguen, a nuestro juicio, la reforma a que aspira en la enseñanza la moderna tendencia pedagógica. Es la primera la de referirse a la forma y no al fondo; al método y no al objeto; a la manera de hacer la cosa y no a la cosa misma. La segunda se desprende de la primera, y consiste en ser universal, en no limitarse a un grado de la enseñanza, en atender a todas, aunque con gran preferencia a la primaria».

Un título, el de este artículo que vincula la belleza y la ética al proceso de conocimiento, dos elementos que Cossío creía imprescindibles en el campo de la enseñanza.

De El Greco a Lorca

Y la belleza, no solo está presente en los manuscritos del historiador, pues en la sede de la Institución Libre de Enseñanza se encuentra también un considerable número de esculturas, pinturas, fotografías y filmaciones de la época. Algunas de estas obras, están dedicadas al mismo Manuel Bartolomé Cossío, como el retrato pintado por Maurice Fromkes, donde el pintor refleja la pasión del pedagogo por el trabajo de El Greco puesto que, además del retrato de Cossío, la pintura incluye un cuadro del pintor, Orden de la Camándula.

Entre las obras expuestas destacan las pinturas de El Greco, figura central de esta muestra, de la que se exhiben cuadros como La estigmatización de San Francisco, aunque también se pueden contemplar trabajos de Joaquín Sorolla, Luis Buñuel, Salvador Dalí, Ignacio Zuloaga, Aureliano de Beruete, Benjamín Palencia o Federico García Lorca, nombres esenciales en el relato de la cultura española a los que conoció en la sede de la institución y con los que trazó las bases de una forma diferente de pensar y crear.