El aeropuerto de Agoncillo triplica los pasajeros de vuelos chárter o privados

Sin embargo, el paulatino despegue del aeródromo riojano no puede achacarse a un especial aumento de los viajeros que deciden ir a Madrid o retornar desde la capital española hasta la pista de Agoncillo. A tenor de las estadísticas facilitadas por Aena, el motivo del incremento es otro. Los pasajeros que llegan a La Rioja después de haber alquilado una aeronave a alguna compañía comercial (vuelos chárter) o los que lo hacen en aviones o avionetas privadas se ha triplicado en los nueve primeros meses de este año (2.566) respecto al mismo periodo de 2014 (844) y supera en casi un millar los registrados en 2013 (1.626).

Los datos facilitados ayer por Aena indican que el aeropuerto de Logroño-Agoncillo pertenece al grupo de trece aeródromos españoles que carece de tráfico de mercancías, por lo que pese a los reiterados llamamientos de los agentes económicos de la región para conformar un consorcio que pueda aprovechar este recurso, el número de pasajeros y de operaciones con viajeros son las únicas variables que se pueden tener en cuenta para conocer el estado de salud de una infraestructura que ha sido deficitaria desde que llegó su primer avión comercial, un Air Nostrum procedente de Barcelona, en septiembre de 2003.

En los nueve primeros meses de este año, fueron 7.273 los pasajeros que acudieron a Agoncillo para viajar hasta Madrid, siendo el mes de mayo el de mayor demanda de este servicio. A Palma de Mallorca viajaron en total este verano 1.250 personas. El resto de los 2.566 pasajeros que han pasado por sus salas de espera se habían desplazado en aviones particulares o en aeronaves alquiladas a compañías comerciales, lo que supone un no desdeñable 23% del total de los 11.089 pasajeros registrados durante los nueve primeros meses del año.

De esos 2.566 viajeros, 1.172 salieron y regresaron al aeropuerto de Logroño-Agoncillo. Procedente del aeródromo internacional de Catania/Fontanarossa, en la isla italiana de Sicilia, llegó en abril un avión con 334 viajeros y desde distintos terminales alemanes (Schoenefeld y Tegel) arribaron también ese mes dos aparatos, con 167 y 168 pasajeros respectivamente. Desde Holanda, en concreto desde Eindhoven, recalaron también 115 personas en junio.

El resto de las operaciones corresponde a un número menor de viajeros, se presupone que en naves de menor tamaño, que partieron desde los aeropuertos parisinos de Le Bourget (30) y Charles de Gaulle (28) y que aterrizaron en tierras riojanas en febrero. El aeródromo de Logroño-Agoncillo también recibió naves provenientes de Ginebra, Reims, Milán, Burdeos, Córcega, Génova, Lisboa, Mannheim, Limoges, Niza, Roma, Bruselas, Melilla, Luxemburgo, Cannes o Toulouse, por citar algunos.

Dentro del territorio español, despegaron con destino a Logroño pequeños aviones de El Prat (35 pasajeros), Pamplona (41), Girona (19), Santiago de Compostela (19), Santander (15), San Sebastián (14), Valencia (16), Sabadell (12), Vigo (9) o Málaga (8). Con un solo pasajero arribaron a la pista de Agoncillo avionetas procedentes de Brive Souillac, Casarrubios del Monte, Dinard, Igualada, Luxemburgo, Santa Cilia de Jaca, Toulouse, Bruselas o Granada.

Trayectos militares

Cabe suponer que la cercanía entre el aeropuerto de Logroño y la base militar de Agoncillo propiciara también que en los meses de febrero, marzo, abril, mayo y julio llegaran un total de 32 pasajeros procedentes del aeródromo de Madrid-Cuatro Vientos. Desde la base de Rota también se desplazó una nave con 27 ocupantes que arribó al aeropuerto riojano en mayo. Y también desde Torrejón, donde también existe una base militar, recalaron en la terminal de Agoncillo 22 personas, repartidas entre los meses de febrero, marzo y julio.