De Cenicero a Agoncillo paseando por la ribera

Este gran corredor ecológico estará diseñado para el disfrute de los ciudadanos y tendrá como objetivos adecuar y rehabilitar el camino de la ribera del Ebro a su paso por Logroño, de modo que sirva como zona de encuentro social, esparcimiento, mejora paisajística, integración urbana del río y elemento de delimitación de espacios naturales diferenciados, según apuntó.

Ya está adjudicada la asistencia técnica para la redacción de los proyectos en este gran tramo, que permitirá la recuperación -tanto para uso público como medioambiental- paisajística y con el patrimonio arqueológico.

El sendero abarcará un total de 22 kilómetros, contemplado en un proyecto dividido en dos etapas. La primera de ellas parte de Cenicero y pasará por Isla y Soto de Buicio, Fuenmayor, casa de Compuertas, El Cortijo y Logroño. Y la segunda comprenderá Logroño, Varea, Río Leza y Agoncillo, siendo el entorno de la capital el que menos intervención necesita porque ya está integrado, ya que ha sido recuperado en las últimas décadas.

Pero sí se crearán nuevos accesos que conecten unos tramos con otros, ya que en algunas ocasiones se utilizará la vía ya existente GR-99 y en otras el camino se desviará a otros senderos, como el camino de La Llana, cercana al puente Mantible; o la Harinera, junto a La Isla, siempre manteniendo su recorrido lo más cercano posible al río Ebro. En los casos de imposibilidad del trazado por la orilla, como en el Soto de los Americanos -por riesgo de inundaciones e impacto ecológico-, se buscará una alternativa por la linde entre el Soto y los cultivos, que técnica y administrativamente será menos complicada.

«Para la creación del corredor se irá interconectando con vías cicloturísticas y de otros usos, a fin de desarrollar un sistema de redes blandas aptas para todo tipo de turistas, como senderistas, paseantes e incluso ciclistas», puntualizó Gamarra.

A lo largo del corredor se instalará mobiliario acorde con el proyecto, como vallados, pasarelas de madera, barcos, etc., todos ellos fabricados con materiales sostenibles, con durabilidad y resistentes a actos vandálicos.

En los próximos siete meses se trabajará en la GR-99 (sendero definido por la Confederación Hidrográfica del Ebro como Camino Natural), que servirá de base, repartido en las etapas 15 y 16. En total se han diferenciado 13 tramos en los que se actuará de forma que todas las zonas marginadas puedan ser recuperadas. Posteriormente se procederá a las fases de obtención de los terrenos, la contratación y, por último, la ejecución. La actuación de esta primera fase ha sido adjudicada a la empresa Tecnoproyec por 38.900 euros.

Primeras labores

Los trabajos comenzarán con un análisis de todos los elementos susceptibles de sufrir impacto: flora, ecosistemas, erosión, fauna, aguas, paisaje, etc. "Para evitar daños se propondrán medidas preventivas, protectoras y correctoras, recogidas en el Programa de Vigilancia Medioambiental", expuso la alcaldesa, quien añadió que entre los objetivos se encuentra la recuperación de espacios de ribera degradados, como antiguas canteras.

El presupuesto de la actuación en cada tramo lo determinará la relación de los proyectos que se va a empezar de inmediato. "Dentro de siete meses tendremos la capacidad de planificar desde el punto de vista de la inversión, porque tendremos el coste de la inversión, así como los plazos de ejecución de todas y cada una de las actuaciones", explicó Gamarra. Además, añadió que existe la posibilidad de llevar a cabo una cofinanciación, ya que los Presupuestos Generales del Estado contemplan una partida para actuaciones por parte de la ciudad de Logroño.

Al tratarse de trece tramos distintos no se contempla una única actuación, sino que se irá actuando de manera escalonada. "Es una actuación que comienza ya, pero en cuya ejecución se contempla el inicio, en el medio plazo, y la finalización en el largo plazo", finalizó.