La Rioja ha necesitado 9,5 contratos por cada trabajador que ha salido del paro en mayo

El dato más significativo que explica esta doble realidad es sin duda el del volumen de los nuevos contratos firmados a lo largo del pasado mes, un total de 14.264. Ese dato, un 12,1% más que mayo del año pasado (1.540 contratos más) supondría, por ejemplo, un promedio de 9,5 contratos firmados de media por cada persona que salió de las listas del INEM. Un ejemplo concreto estaría en el sector de la Industria, donde para reducir en 232 personas el paro en mayo se suscribieron nada menos que 2.405 contratos. «Eso da una idea de la duración y la precariedad de ese empleo», se explicaba ayer desde el sindicato UGT.

Otros dos apuntes ratifican esta doble visión de las cifras del paro: por un lado, la subida en 2.840 personas de la afiliación a la Seguridad Social, un 2,42% que representa la segunda mejor crecida del país; el contrapunto es que de los nuevos contratos que suscribieron esas personas, apenas el 5% fueron de carácter indefinido.

«Senda estable»

El presidente riojano (ahora en funciones) Pedro Sanz, tomaba el relevo del consejero Erro para ofrecer el balance gubernamental de los datos, como admitió además, «muy animado» por esa evolución: «Continuamos en la senda estable y de mejoría, pero tenemos que seguir trabajando para que se den las condiciones necesarias para que se siga recuperando el empleo y que éste sea de calidad». El Ejecutivo regional exaltó una vez más dos parámetros a los que recurre a menudo: el descenso interanual, que ya alcanza los 20 meses consecutivos; y el aumento de afiliados, donde se suman otros 15 meses. El balance final es que «La Rioja finaliza la legislatura con menos paro que cuando la inició», concretamente 346 personas.

Siguiendo con el lado político, desde el PSOE la satisfacción era moderada, por la propia calidad del empleo generado: «Mayo siempre ha sido bueno y no cabe más que congratularnos pero sin dejar de mirar la letra pequeña, que habla de un empleo realmente precario y una prevalencia absoluta de trabajos parciales, mientras la tasa de cobertura a parados ha caído al 50%», subrayaba el secretario de Organización del partido, Francisco Ocón.

Por sexos, La Rioja tiene 9.758 desempleados hombres y una tasa de paro del 11,62%, 2,64 puntos inferior a la registrada hace un año. Por otro lado, cuenta con 12.551 mujeres desempleadas y una tasa de paro del 17,93%, lo que supone una reducción de la tasa de paro de 0,77 puntos con respecto al año anterior. En cuanto a la nacionalidad, La Rioja registra 4.438 desempleados de nacionalidad extranjera, lo que representa un 19,8% del total de desempleados, uno de cada cinco; y pasando ya a los sectores, la buena noticia es que el desempleo descendió en todos: 544 personas en Agricultura (-19,73%), 232 parados en Industria (-5,2%), 169 en Construcción (-7,78%), 518 en Servicios (-4,03%) y 29 en el colectivo Sin empleo anterior (-1,87%). El punto coyuntural del mes previo al verano aparece con fuerza en el campo riojano (a causa de las vendimias) y los Servicios, con especial énfasis a la hostelería y el turismo.

Cantidad a costa de calidad

Pasando a los agentes sociales, desde la Federación de Empresarios la apreciación de los datos fue moderada: «Se revela que se está produciendo una recuperación en el mercado de trabajo, gracias a una mayor actividad de las pymes y de los autónomos riojanos que son los que crean empleo». La patronal riojana, con todo, apuntaba a contemplar la evolución que se produzca en el segundo semestre del año, sin tocar en ningún momento la cuestión de la calidad del empleo: «Aunque la demanda es muy débil y el consumo es reducido, se está produciendo un cambio de tendencia en el empleo de La Rioja, en un contexto más positivo que el de años atrás, aunque debe prevalecer la prudencia».

Mucho más rotundo fue el sindicato UGT: «Aunque la caída del paro es buena cuantitativamente hablando, es pésima en lo cualitativo; el índice de contratación estable ha caído hasta un exiguo 5%, lo que demuestra que la mejoría del mercado laboral es virtual, no real, y que la gran mayoría de estos contratos no conseguirán superar el verano». Más aún, esta organización alertó de que «La Rioja nunca antes había registrado los índices de precariedad con que cuenta ahora, auspiciados por el abuso de las empresas que han pasado de utilizar la crisis como excusa a usarla como aliado perfecto para la contratación precaria; si son capaces de generar más de 2.400 contratos en un mes pueden generar un mínimo de empleo estable», sentenció.

El sindicato USO también ofreció una tesis parecida, matizando que «durante mayo se ha creado empleo, pero a costa de la calidad del mismo», con mención aparte para el avance, una vez más, de la contratación temporal ante la indefinida. Para esta entidad también era significativo que la mayor parte del empleo se concentrara en Agricultura y Servicios, «lo que confirma los datos nacionales en cuanto a temporalidad». Los sindicatos persistieron en su demanda de medidas eficaces a las administraciones, y que estas escuchen y asumen las propuestas que estos han hecho a lo largo de los últimos meses.