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el correo | efe
Miércoles, 14 de enero 2015, 00:19
La factoría riojana de la multinacional del sector del automóvil International Automotive Components ha creado más de 200 nuevos empleos y ha garantizado su actividad hasta 2018, gracias a las piezas que fabricará para tres modelos que Ford ensambla en Almussafes (Valencia). Este proyecto, que ... ha supuesto una inversión de dieciséis millones de euros, así como una ayuda del Gobierno de La Rioja de 2,5 millones, consiste en la producción del panel de instrumentos y de la consola central, donde se ubican diversos componentes del vehículo.
Los dirigentes de las factoría detallaron ayer los proyectos en los que trabajan para Ford, además de los que mantienen para otras empresas del automóvil, durante una visita a la planta en la que también participó el presidente del Ejecutivo riojano, Pedro Sanz.
IAC cuenta en la fábrica de Agoncillo, en el polígono industrial El Sequero, con una superficie de más de 100.000 metros cuadrados, con unos 650 trabajadores, de los que más de 200 se han incorporado en los últimos meses para responder a la nueva demanda de piezas para los nuevos Ford Galaxy y Ford S-Max (consolas de instrumentos) y Ford Mondeo (consola central).
La planta facturó el año pasado unos 90 millones de euros y espera un crecimiento cercano al 50%, una vez que las nuevas líneas estén a pleno rendimiento.
IAC Group mantiene en esta fábrica, que se inauguró en 1982 como planta de General Motors, el trabajo que realiza desde hace décadas para Opel, para la que fabrica, principalmente, los paragolpes de algunos modelos, unos 4.500 al día; y, además, produce otras piezas para modelos de Audi, Renault, Seat y Volkswagen.
El gerente de la fábrica, Juan José Casorrán, explicó que han podido lograr el nuevo contrato con Ford gracias a que la matriz de IAC, en Estados Unidos, les ha permitido utilizar un proceso patentado por ellos mismos de tratamiento de la piel. Asimismo, detalló que la producción de paneles para el Ford Mondeo ya está implementada en la fábrica por completo; mientras que las de los otros dos modelos finalizarán en los próximos meses, momento en el que saldrán hacia Valencia unas 900 consolas diarias.
«Prevemos mantener este ritmo de negocio hasta 2018», subrayó Casorrán, quien reconoció que «es difícil decir que la carga de trabajo será permanente, pero pensamos en ese horizonte y, mientras tanto, hay que revalidar y renegociar otros productos para que sigan en esta planta».
Por su parte, Pedro Sanz señaló que ésta es una de las empresas que hacen de «locomotora» de la industria riojana, ya que es una de las cinco que más trabajadores tienen. El «cambio sustancial» que se ha producido en la planta es una imagen de «fortaleza y dinamismo» y de «saber adaptarse a los tiempos, de hacer cambios para seguir invirtiendo y creado trabajo en La Rioja».
También resaltó la «ejemplaridad» de esta factoría con sus trabajadores, dado que en los tiempos de crisis realizó expedientes de regulación, pero no destruyó empleo. Así, ha dicho sentirse «orgulloso» por la «imagen, el prestigio y la producción modélica de esta empresa».
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