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L. G. de Garay
Viernes, 24 de octubre 2014, 00:01
El juzgado de lo Penal de Logroño ha condenado a una suma de dos años y ocho meses a D.A.R.I., varón, vecino de Agoncillo, por delitos de grupo criminal, receptación continuada, falsedad continuada y usurpación de estado civil y a su pareja ... P.L.A. a una pena de un año y ocho meses por los tres primeros delitos. Ambos han sido juzgados culpables de organizar una red de naves y talleres en Agoncillo, Tudela y Oyón, en la que recibían vehículos robados, principalmente coches de alta gama y camiones, cuyas identificaciones se encargaban de manipular al tiempo que sustraían documentación 'doblada' de vehículos similares para luego vendérselos a terceros. La condena les obliga a indemnizar a distintas compañías de seguros por las cantidades que en su día debieron indemnizar a propietarios de coches robados.
La sentencia es consecuencia de un acuerdo judicial y se produce ocho años después de iniciarse el proceso, por lo que se ha aplicado a los condenados la atenuante de dilación indebida.
En la misma causa se ha retirado la acusación contra la joven J.R., hija del principal condenado, por considerarse que con 19 años tuvo en los hechos una participación poco activa y siempre a las órdenes y condicionada por su padre. También se ha retirado la acusación contra un cuarto inculpado por no haber sido identificado en la rueda de reconocimiento como el verdadero autor de los delitos.
La trama
Según relata la sentencia, los condenados organizaron una trama, con ayuda de unos ciudadanos búlgaros que no han sido hallados, dedicada a sustraer determinados vehículos (coches de alta gama y camiones) para posteriormente realizar las modificaciones necesarias en varias naves alquiladas para su uso como talleres en Agoncillo, Oyón y Tudela. En estos pabellones y con ayuda de herramientas especializadas realizaban manipulaciones en los vehículos como cambio de bombines, modificación del número de bastidor o cambios de placas de matrícula. De esta forma transformaban los automóviles en otros de idénticas características, legalizándolos mediante el uso de documentación auténtica modificada, o bien documentación creada ex novo para facilitar así su venta. D.A.R.I. y P.L.A. también sustrajeron también documentos para utilizarlos luego en las transacciones.
En uno de los casos, la pareja 'maquilló' un camión Scania robado en Gallur utilizando el DNI auténtico de un vecino de Haro fallecido que guardaba su hijo. D.A.R.I. se hizo con el documento cuando sus vecinos se fueron de viaje de novios y le dejaron las llaves de su casa.
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