El joven acusado de acuchillar a otro en la cara niega que empuñara el arma

J. L.L. conocía a V. E. N. y a L. R. N. porque todos formaban parte de un equipo de fútbol y porque, además, el primero estaba casado con una prima de los dos hermanos.

Llegado el turno de declarar ante el tribunal, V. E. N., al que el fiscal responsabiliza de haberse abalanzado sobre J. L.L. con un cuchillo con el que le hirió en la cara, negó que hubiera empuñado el arma. Es más, aseguró que accedió a la casa de J. L. L. con el permiso de éste y que, en un momento determinado, el joven se puso «nervioso» y le espetó: «De aquí no sales vivo». A continuación, siempre según la versión de V. E. N., le recriminó que la orden de alejamiento de su mujer hubiera sido provocada por la denuncia de la tía de V. E. N., quien relató cómo J. L. L. le golpeó «y me quedé inconsciente», hasta que su hermano L. R. N. fue a buscarlo al piso de J. L. L. sin que, según su versión, participara en la pelea y solo se limitara a trasladarlo hasta su domicilio, desde donde, otro hermano (en total son siete) lo llevó hasta el ambulatorio para que fuera atendido de sus lesiones, también en la cara.

Ante el tribunal también declaró J. L. L. Señaló que, después de disputar un partido de fútbol, acudió con otros dos amigos -que también son hermanos- a tomar unas cervezas en su casa de Rincón y que allí apareció V. E. N. «Le dije que se fuera. Iba bastante mareado, pero de mi casa se fue bien. Después cerré la puerta».

Al poco rato, según J. L. L. llamaron al timbre de su casa, oyó «patadas» en la puerta y se presentaron V. E. N. y L. R. N. en su casa. Este último le recriminaba que hubiera pegado a su hermano y, según la versión de J. L. L, empezaron a pegarle hasta que, en un momento determinado, V. E. N. le atacó con un cuchillo que le produjo cortes en distintas partes del cuerpo.

Los dos heridos volvieron a coincidir en el tiempo en el ambulatorio local. J. L. L. contó también ayer que, cuando regresó a su casa, se percató de que tenía desperfectos en su coche y de que la cerradura de la puerta de entrada a su casa había sido reventada.