Poca actividad en los bares de los barrios y muchos jóvenes de botellón en el centro

En otro de los barrios logroñeses, Cascajos, se había programado en la tarde de ayer una sesión de disco móvil y una degustación de panceta. Y es que ese tipo de actos animan a los vecinos del barrio a salir a la calle. "Cuando se hace algo sí sale algo más la gente, pero casi todo el mundo sigue yendo al centro, y nosotros hemos tenido la actividad normal, con los clientes habituales", destacaba, por ejemplo, uno de los trabajadores de la cafetería La Espiga de Oro, ubicada en esta zona.

En otros barrios es la presencia de alguna peña la que anima a los establecimientos cercanos, ya que las actividades de calle que realizan los peñistas atraen a la gente.

Y mientras esto sucede en los barrios, en el centro también tienen sus problemas en lo que a ambiente se refiere. La principal zona de marcha de la ciudad, en la zona de la calle Mayor y la plaza del Mercado, se ha encontrado varios días con que la gente llegaba a sus bares cuando estaban a punto de cerrar. "Se debería haber tenido algo más de sensibilidad y ampliar el horario entre semana", indicaban las responsables de uno de los bares de la plaza del Mercado.

Una de las causas de que se retrase la llegada de clientes a los bares es la proliferación de numerosas zonas de botellón (desde la plaza de la Paz al entorno del Revellín, pasando por la plaza del Ayuntamiento). "Debería restringirse más, porque a nosotros no nos permiten que la gente salga fuera del bar con vidrio, por ejemplo", explicaban algunos hosteleros del Casco Antiguo a este periódico. Unos hosteleros que destacaban la buena marcha para su sector del primer día de fiestas.