10 juicios rápidos en una mañana
El robo del libro de Sonsoles Ónega y 9 casos más en VitoriaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
10 juicios rápidos en una mañana
El robo del libro de Sonsoles Ónega y 9 casos más en VitoriaMientras en el exterior las terrazas se poblaban de blusillas y neskitas aprovisionándose para encarar en condiciones la tercera etapa del maratón festivo, en el Palacio de Justicia ayer, martes, se pegaron un atracón de juicios rápidos. Hasta una decena programó el Juzgado de ... Instrucción número 2 de Vitoria a lo largo de la mañana como cierre a su intensa semana de guardia. El cartel incluyó ocho hurtos, una pelea entre cuatro mujeres y unas amenazas de muerte.
Arrancó fuerte el carrusel judicial. Por la sala de vistas número 15 se pasaron dos empleados de un comercio del centro comercial Gorbeia. Comparecieron como «denunciantes y denunciados», les recordó la magistrada Blanca Ester Díaz. Porque el ladrón, al que pillaron con «cuatro prendas cuando salía de la tienda», les acusó de «racistas» por llamar a la Ertzaintza. Ese joven desarraigado –«con antecedentes»– no se presentó. Su denuncia se archivó allí mismo. No así el hurto cometido hace ocho días y por el que se enfrentará a una sanción de 250 euros. «Me dijo que iba a volver a robar para pagar este tipo de multas y que me buscaría en fiestas de la Virgen Blanca», contó un trabajador.
A continuación, una chica expuso cómo entraron en su coche, aparcado en la vía urbana, y le robaron una mochila. Pero con tan buena suerte para ella que entre las pertenencias había unos airpods (auriculares con geolocalización). Ella misma guió a la Policía Local hacia la ubicación del ladrón, un joven que ayer precisó de intérprete y sólo admitió habérselos «encontrado junto a un contenedor.
Salió con una petición fiscal de una multa de 400 euros por «un delito leve de hurto». En unos días se conocerá el fallo. Ya en el pasillo, la denunciante matizó a este periódico que «no hay que dejar pasar por alto estas cosas, aparte de que el tiempo de respuesta de la Justicia para este caso en concreto ha sido súper rápido». Los delitos leves con autor conocido suelen ventilarse en menos de dos semanas.
También se sobrevinieron tres sentencias condenatorias orales al reconocer los investigados su autoría. Destacó un hombre con un sueldo mensual de «1.800 euros» y que el pasado fin de semana entró a unos grandes almacenes para sustraer un ejemplar de 'Las hijas de la criada' de la televisiva Sonsoles Ónega. El premio Planeta 2023 se oferta a unos 22 euros. Ocultó el ejemplar en una bolsa y fue cazado cuando pisó la acera. Con gesto arrepentido, lo admitió todo. «Cogí el libro, sí». Tendrá que abonar 96 euros.
Otro joven confesó haberse llevado un lapiz óptico para tablets sin pasar por caja en El Boulevard. 24,99 euros costaba el producto. Como pudo ponerse a la venta al no sufrir deterioro alguno, la responsabilidad civil quedó en 80 euros. El juzgado y la Fiscalía de Álava tuvieron en cuenta que va «de trabajo eventual en trabajo eventual y ahora estoy en paro».
El tercer investigado en salir con una condena bajo el brazo fue un jubilado. Accedió a un comercio de bricolaje. Cogió una broca, retiró el envoltorio y la guardó en un bolsillo. Le pillaron. Tras oír el relato de los hechos pidió declarar. «De acuerdo con todo. Igual así terminamos antes», soltó.
Justificó su acción en que «tuve un arrebato de cabreo porque el día anterior me robaron unas zapatillas de 200 euros. Lo cogí sin más». Le cayeron 96 euros de sanción y otros 11,49 euros de indemnización a la tienda por la pieza.107 en total. «La broca por lo menos será para mi. Me la darán, ¿no?», preguntó a la oficial de auxilio medio en broma medio en serio. Se marchó sin ella.
Dos ladrones especializados en hurtos ni se presentaron a sus vistas orales. Uno birló una crema facial de 165 euros como quien no quiere la cosa. El otro se puso dos camisetas y dos pantalones debajo de su ropa. 218 euros costaban las prendas birladas. Al tratarse de delitos leves, ambos procedimientos se celebraron sin su presencia. Todo indica que en breve engordarán sus respectivas fichas. «Son muy conocidos por su multirreincidencia», deslizan medios internos de la Ertzaintza y la Policía Local.
Otro habitual de la sustracción, éste sí acudió a su cita, regateó sentarse ante la jueza al modificarse su procedimiento en el último suspiro. Es decir, que su juicio se demorará un tiempo aunque probablemente se enfrentará a cargos más severos.
La revisión de una pelea entre –al menos– cuatro mujeres que andaban de fiesta se suspendió al «faltar una de las implicadas». Serán citadas en próximas fechas para dirimir la veracidad de sus denuncias cruzadas.
A las doce y media del mediodía, tras tres horas y nueve procesos cubiertos, empezó el último juicio. Tres varones se sentaron ante la magistrada. Dos acusaron al tercero –y examigo de uno de ellos– de amenazarles de muerte. Pusieron un audio en el que el sospechoso advertía de que «voy a montar una cacería. Les voy a partir cuando les vea. Les voy a dar 'cacao' (muerte)». En una discoteca, la seguridad tuvo que pararle. Le acusaron asimismo de «sacarnos un cuchillo en la Virgen Blanca». Él sólo admitió el envío del mensaje por «rabia» y aseguró que sus denunciantes le intentaron amedrentaron a él.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.