Quedan prohibidas las siestas en Dato

Y es que sí, como esta farra no hay ninguna, pese a que hoy no fuera el mejor día para las cuadrillas. Hubo que despedir a uno de Los Bainas, Txomin, que falleció tras la ofrenda floral a la patrona, la Virgen Blanca. «Nos ha regalado un momento precioso sin saber que sería el último. Era un blusa de los de toda la vida. Es uno de los grandes y siempre lo será», ha expresado visiblemente afectado Fede, el 'jefe' de este grupo, en un minuto de silencio que le han dedicado antes de que empezara la marcha de los siete supervivientes de la Federación.

Lo han hecho puntuales, a las 16.30 horas. Pero, por si acaso, Fede ha dejado antes claro el tono que debía llevar la fiesta: «A él no le gustaría que esto se hiciera triste. Es lo único que nos ha pedido su hijo. Así que, en honor a él, vamos a divertirnos porque la fiesta no para, se hace más grande. ¡A sudar, sudar, sudar!», se ha recompuesto para transmitirles esa misma entereza a los suyos y a esas otras agrupaciones que también han sentido como propia la pérdida. Daba igual adonde pertenecieran. Este es un sentimiento único.

Precisamente cuando uno se engalana con las abarcas, los pololos, el pañuelo... le entra al cuerpo de forma repentina una energía diferente. Uno se vuelve más alegre, se despoja de cualquier vergüenza y baila todos esos 'hits' que suenen.

Una de las ovaciones –de las que no fallan, por otro lado– se la ha llevado el tema 'Oliver y Benji', interpretado por el conjunto musical de Los Martikinos. Aunque el diez, la excelencia, si dependiera de este periódico, se lo daríamos a Los Espontáneos, procedentes de Rubielos de Mora (Teruel), que acompañaban a los Jatorrak.

Por su potencia tocando 'Quinto Levanta' (ese toque de diana de origen militar), estamos casi seguros de que han despertado a las pocos vecinos de la calle Dato que han hecho el ademán de echarse a la siesta. La justificación es que este lunes, el día grande de esta semana irrepetible, no se debían dedicarle demasiadas horas al sueño y éstos se han coronado encargados de transmitírselo al resto. El mensaje ha llegado a su destino.

A las vías más céntricas de la ciudad no le han faltado 'groupies' que valoraran la juerga del resto. Están los puretas que dicen que «esto ya no es como antes». Claro que no, porque este paseíllo ya no lleva a ningún lado desde 2017 y antes se dirigía hacia la plaza de toros. Por otro lado, también sirve esto para la diversión de los más pequeños. Eidan, por ejemplo, ha querido hacerse con una pegatina de cada cuadrilla. Son 29 en total (aquí ya entran las de la Comisión), pero nos contó que acumuló 56. ¿Cómo es posible? Tenemos dos teorías: O sobornó a ciertos blusas y neskas o es que todavía no lleva muy bien lo de los números...

El caso es que la muchedumbre ha vuelto a hacer lo propio, lo que se esperaba de ellos, aunque reservándose también para los próximos días. «Teníamos muchísimas ganas, pero nos lo queremos tomar con calma. Aunque no descartamos tener mañana resaca», ha confesado Malena Tricio, de Gaupasaleak, esos primerizos a los que este periódico acompañará durante toda esta semana. Estén atentos.

Junto a ellos, los cerca de 7.500 blusas y neskas han ido de acá para allá (a las 20.30 horas ha comenzado la vuelta desde la calle Jesús Guridi), han mantenido los ánimos por las nubes toda la jornada y, mientras tanto, han combatido el calor. Para ello, han empleado pistolas de agua, gafas de sol (algunos han echado mano hasta de las de buceo) y se han dado a la bebida en cantidades refrescantes. Los de Belakiak han desplazado a su propia vaca. Aunque al ordeñarla sólo salía agua. De vez en cuando está bien mantenerse hidratados de verdad.

Con esos artilugios esta 'kalejira' ha tenido a ratos un aire como de Carnaval. Sobre todo nos hemos confundido cuando ha aparecido Akelarre con la charanga Los Txipirones, que traía a tres personas detrás disfrazada de animales marinos (o algo similar). Su lema es: 'Si quieres una cena de gala, compra una cigala. Y si quieres un fiestón, compra Txipirón». Ellos sí que saben de marketing.

Aunque, por momentos cuesta un pelín mantener la alegría desbordada en todo momento. Por eso, este fanfarre también ha reservado pancartas para causas sociales. No han faltado banderas de Palestina. De hecho, Hegotarrak (la cuadrilla a la que pertenece Iñaki Kerejazu, nuestro Celedón) ha portado una antes de que pasara todo el gentío. Se vieron también en multitud los 'Horrela Ez' para protestar por los parques solares que se instalarán en entornos naturales alaveses.

Por otro lado, si hablamos de cuestiones festivas, Petralak ha hecho una defensa del txisku, ese instrumento propio del foclore vasco. «¡Qué pesados estos con sus txarangas!», se leía en su pancarta. En ese trozo de tela otros han ironizado con los 17.099 euros que el Ayuntamiento ha invertido para acabar, sin éxito, con el conflicto entre Federación y Comisión. Ante eso, algún vitoriano ha aseverado que «eso se arreglará cuando se sienten a hablar en una mesa con dos pacharanes». Por si la concejala de Cultura quiere tomar nota.