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La separó de sus amigas, se aprovechó de que sus facultades andaban mermadas por la ingesta de alcohol y, supuestamente, la atacó sexualmente. Así lo admitió ayer en sede judicial el menor señalado por la «agresión sexual» ocurrida la madrugada del miércoles en el vitoriano parque de La Florida. Ante este testimonio autoinculpatorio, el Juzgado de Menores decretó en la tarde de ayer su ingreso inmediato en el centro de Zumarraga, como adelantó en exclusiva la edición digital de EL CORREO. Es el único de régimen cerrado del País Vasco.
El relato del joven, un 'mena' (acrónimo de menor extranjero no acompañado) acogido por la Diputación alavesa, reforzaba la tesis del ataque. En realidad, hasta ese instante la investigación policial y judicial ya apuntaba en esa dirección. Faltaba una constatación. Porque la víctima declaró «no recordar nada» debido a su estado de embriaguez.
Y es que la voz de alarma la dieron sus dos amigas cuando el menor acogido logró llevársela consigo. Entre su llamada de socorro al 112 y la localización de la víctima por agentes de la Ertzaintza apenas transcurrieron «unos diez minutos». En ese corto espacio de tiempo algo pasó. El posterior examen médico a la adolescente detectó «varios arañazos» en diversas partes de su cuerpo. Alguno en zonas íntimas. Sus compañeras siempre hablaron, tanto a la Ertzaintza como en urgencias, de «una violación».
Esas marcas delatoras, unido al testimonio autoinculpatorio, fueron determinantes en esta primera decisión judicial. En un futuro, y según evolucione la investigación, podrían llegar más medidas. Eso sí, por la condición de menor de edad del supuesto autor en ningún momento se valoró ingreso alguno en prisión, como así hubiera ocurrido de ser adulto.
Asimismo, las autoridades podrían volver a convocar a la menor atacada, por si se hubiera acordado de algún pasaje de lo ocurrido. Durante la interposición de la denuncia alegó «no recordar nada». De hecho, los únicos testimonios hasta ayer eran los de sus dos amigas, las que dieron la voz de alarma y quienes hablaron de posible «violación».
Este caso, que empañó el cierre de La Blanca'18, aún podría ampliar su número de implicados. La Ertzaintza investiga la posible implicación de otro menor tutelado por la administración foral. Aparte de este segundo sospechoso, habría otros tres jóvenes presentes, pero libres de cualquier responsabilidad en el supuesto ataque.
Las dos amigas refirieron a la Ertzaintza que «cinco varones», entre ellos el supuesto agresor, las siguieron e intentaron tocar. Dentro del parque hubo un forcejeo entre todos ellos. El momento en que el presunto atacante actuó.
Bajo los muros de Ibaiondo, nombre oficial de la residencia de Zumarraga, seguirá un régimen de internamiento cerrado durante las próximas semanas en las que continuará el proceso judicial. Este complejo es un reformatorio con reglas de convivencia más severas que las existentes en el centro foral Bideberria, su hogar en Vitoria y al que volverá a dormir. El chico, por cierto, llegó a la capital vasca hace unas semanas y se puso bajo el manto de la administración foral, institución que había iniciado los trámites para hacerse con su tutela legal. Los menores desprotegidos son de su competencia.
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