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Iker y Josua, Piperbeltz, están acostumbrados a guisar en entornos naturales con su cocina itinerante. Ayer lo hicieron en medio de una fiesta salvaje. igor martin
Con las manos en la masa de gaupasa

Con las manos en la masa de gaupasa

La cuadrilla Bereziak le pone mesa y mantel al concurso gastronómico con 15 parejas de 'chefs' que le dieron sabor a la penúltima mañana festiva

Lunes, 8 de agosto 2022, 20:32

Le Cordon Bleu es una de las escuelas de cocina más prestigiosas. Allí, a los aspirantes a convertirse en auténticos chefs de campanillas les enseñan técnicas para que una salsa holandesa siempre salga en su punto o para lograr que nunca baje el soufflé. Los más grandes siempre tienen trucos entre fogones, algunos tirando a ortodoxos. Pero seguro, segurísimo, que entre las recetas que enseñan no se encuentra (pero ni de broma) la que manejan Aitor ySauro, guisanderos de oficio y blusas de Galtzagorri, para que la tarta de queso les salga de diez. «El secreto es... ¡venir de empalmada!», ríen con guasa. Ellos fueron los únicos que lo reconocieron, pero, por las ojeras y los manchurrones de vino que lucían algunos este martes en el Concurso Gastronómico de la cuadrilla Bereziak, más de uno se puso con las manos en la masa de gaupasa.

La cita de la cuadrilla, en la que colabora EL CORREO, se ha convertido en los últimos años en uno de los 'momentazos' de las fiestas. Muchos pasan semanas, meses, incluso, pergeñando platos con los que sorprender al jurado. Y otros, para los que alta cocina es coger una lasaña precocinada de la balda superior de la nevera del súper, van allí a echar un buen rato. «Vamos a preparar unas croquetas, unos txampis rellenos y un poco de morcilla», adelantaban José Luis y Koldo, de la cuadrilla Soroak. Vaya, lo que viene siendo un plato combinado... «Bueno, estos días son de comer pintxos, ¿no? Pues eso. Nosotros somos cocinillas nivel macarrones y huevos fritos», reconocían.

En teoría, los 15 aspirantes tuvieron tres horas largas para tener listas sus propuestas, todas con el Idiazabal como ingrediente principal. Muchos emplearon la mayor parte del tiempo en comer a dos carrillos y cocinar el almuerzo, con ricas tortillas, fuera de concurso, para el personal. Pero otros se lo tomaron muy, pero que muy en serio. Con sana competitividad a punto de nieve, pero también con un chorretón generoso y una pizca de piques. «Ganamos en 2018 y hoy venimos a arrasar». Concentrados, Iñigo y Nestor, de Txirrita, preparaban una ensaladilla de Idiazabal con un crujiente, a la sombra de una estupendísima pieza de txuleta. «¿Esto? Esto es el acompañamiento», señalaban los amigos.

Con la cocina a cuestas

Pero para preparados de verdad, Iker y Josu, dos colegas de Siberiarrak que hasta se llevaron su propia cocina móvil para preparar unos sugerentes tacos de queso idiazábal con un curry de mango y shitakes con buen pintón. Los jóvenes, apasionados de la cocina, se dedican a cocinar en medio de la naturaleza y sus andanzas se pueden seguir a través de la cuenta de Instagram 'Piperbeltz'.

Hubo concurso de lanzamiento de bota de vino y al final los que se llevaron el gato al agua fueron Gerardo Gil y Erick Kastrexana, de la cuadrilla Gasteizko Margolariak, con su plato 'Margotalo', un sabrosísimo bocado que sus creadores definen como «un talo minimalista, de maíz, homenaje a nuestra querida Rioja Alavesa y a nuestros sanitarios con unos embuchados, huevos de codorniz y regado con unas jerenguillas cargadas con una reducción de piquillos caramelizados». Si suena bien, mejor sabe.

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