«Cuando dejé el deporte, recuperé años de fiesta»
Fidel González de Artaza | SOKA TIRA ·
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Fidel González de Artaza | SOKA TIRA ·
Fidel González de Artaza tan sólo disfrutó de media mañana de La Blanca durante casi dos décadas. Llegaba a Vitoria, competía en 'soka-tira' y 'txinga erute' (carreras con pesadas lecheras) y casi sin secarse el sudor volvía rápidamente a Artaza de Foronda para recoger la cosecha en los terrenos que tenían sus padres. Poco después de cumplir los cuarenta pensó que ya había cargado con demasiados kilogramos -sus rodillas ahora se resienten de aquellos esfuerzos- y era el momento de enfundarse la blusa con la cuadrilla Okerrak y por fin disfrutar del ambiente.
«Apenas podía estar unas horas en las fiestas por el trabajo en el campo, pero fue la mejor época de las 'herri kirolak' en Vitoria y aquello era una auténtica gozada. Las gradas de la plaza de los Fueros estaban a rebosar para ver al espectacular Iñaki Perurena levantando las piedras más pesadas, los aizkolaris más elegantes de Euskadi y aquellos piques tan sanos que teníamos entre los equipos», comenta este hombre que está a punto de cumplir los 65 años. En su memoria guarda miles de anécdotas de aquellos tiempos, entre las que destaca sus duelos con el difunto Iñaki Gil, quien tenía la plusmarca de haber levantado con una sola mano una piedra de 141 kilos. «Era un 'morrosko' que me doblaba en peso, pero la competición en el carrejo estaba muy igualada con nuestras apuestas internas, que se limitaban a una buena cena», señala.
Formó parte de los equipos Eari (original del pueblo de Ali) y más tarde en Badaiotz, que es campeón del mundo en categoría femenina. Zigoitia y Aramaio fueron sus grandes rivales sobre el empedrado de los Fueros. «Ni nos dirigíamos la palabra», recuerda ahora con una sonrisa.
Todo aquello es cuestión del pasado y desde principios del presente siglo observa el deporte rural desde la grada. «Fueron muchos años a un nivel medio-alto. Me desligué. Yo no quise continuar como directivo o juez, como hacen muchos excompañeros, aunque soy un fiel espectador en La Blanca. El año pasado estuve en el polideportivo de El Campillo -donde se celebró como consecuencia del coronavirus- y este año no faltaré en los Fueros», adelanta González de Artaza.
Cuando dejó a un lado la 'soka' y las 'txingas', González de Artaza sacó la blusa del cajón y disfrutó en la cuadrilla Okerrak junto a Iñaki Landa, que justo había dejado de ser Celedón, aunque muchos seguían identificándole como el personaje del aldeano de Zalduondo. «Aproveché para recuperar los años de fiesta que no había disfrutado por el trabajo en el campo. He salido muchos años, pero menos que mis compañeros. Hace más o menos unos diez años que dejé de salir, pero recuerdo con mucho cariño los paseíllos hasta la plaza de toros», indica.
Ahora que ya es abuelo contempla la vida con otros ojos. En la agenda de los próximos días tiene subrayados los actos infantiles para sus nietas, aunque también quiere llevarlas a las 'herri kirolak'. «Si queremos conservar la afición es importante acercar a los más pequeños y explicarles bien lo que significan. Son deportes muy espectaculares porque se quema hasta la última gota de energía. No dudo que es complicado que los jóvenes se enganchen porque cada vez hay más alternativas de ocio y las 'herri kirolak' requieren mucha constancia», opina.
Día 5. Aizkolaris, harrijasotzailes y lasto altzari.
Día 6. Tronza, mazorcas y harrijasotzaile.
Día 7. Harrijasotzailes, aizkolaris y txingaerute.
Día 8. Aizkolaris, txingas, orga joko y yunque.
Día 9. Idi-proba, zaldi-proba y giza-proba.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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