Conciertos de fiestas de La Blanca
Una noche de nostalgia de la mano de Doctor DeseoConciertos de fiestas de La Blanca
Una noche de nostalgia de la mano de Doctor DeseoMás tierno que nunca, pero sin dejar de lado ese lado macarra de algunas letras. Así se mostró anoche Francis Díez (Bilbao, 66 años). El cantante de pop vasco más cabaretero, parece haber llegado a un punto en su carrera en el que le dan ... absolutamente igual los prejuicios que existen en torno a los géneros musicales. Siempre ha sido así para Doctor Deseo, esa banda que encabeza desde mediados de los años ochenta. Basta con pensar en su tema más conocido, 'Corazón de tango'. En la noche del miércoles en la plaza de los Fueros quedó claro que esa visión abierta se ha reforzado en los últimos años con un repertorio en el que las pinceladas de diferentes estilos, pero que se sostenían en un latido rock. A su vez se vivió por muchos como una actuación barnizada por la nostalgia.
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Una prueba de que Francis se muestra cada vez más tierno es 'Me quedo aquí contigo', en la que repite: «Y solo sé que me quedo aquí contigo / Esta canción es para decir te quiero». Ese tema de su último EP entró en el arranque. Fue la tercera canción tras 'Busco en tus labios' y 'Por el camino hacia la nada'. Además, ese atrevimiento a probarse en otros estilos se manifestó con 'En el brillo de tus ojitos', el tema que precisamente da nombre a su último disco y se mueve en el terreno de la rumba. Éste lo tocaron ya a la hora de concierto y dejó la sensación de haber entrado como una rareza en el directo con ese aire a Los Delincuentes.
El caso es que en la hora y 35 minutos Francis junto a Joe González (saxo), Luis Javier Saiz Txanpi (batería) Josu Aguinaga (guitarra) Josi Jiménez (bajo) Raúl Lomas (teclados), firmaron un entretenido concierto en su vuelta a la capital alavesa en el que sobre todo lucieron 'Abrázame', 'Cuánto frío hace en Saturno' o 'Ahora que estás dormida'. Sin embargo, los acoples de sonido deslucieron parte de la actuación. Sobre todo si se compara con el derroche que supuso la última visita a fiestas en 2018. Aquel directo, también de acceso gratuito, se produjo en txosnas y el cantante, aficionado a la escalada, trepó por el escenario en un show algo más teatral. Dos años antes había actuado en la semana de La Blanca, en la sala Kubik, con entradas de pago.
En todo caso, pasan los años y el resultado siempre se mueve alrededor del notable, con una comunión exquisita con sus seguidores. Ya se pueden imaginar los puntos álgidos entre sus 19 canciones. Además de las cuatro del bis ('Ahora que estás dormida, 'Fugitivos del paraíso', 'A mi pequeña María' y 'Corazón de tango'), la palma se la llevó 'La chica del batzoki' (ese «ella llevaba unos pololos de encaje / una blusa blanca, las alpargatas...» sonaba familiar entre un público amplio. Se introdujo con el riff de 'Misirlou', de Dick Dale, popularizada como banda sonora de Tarantino ('Pulp fiction'), y se acompañó de confeti que salió a los asistentes. Por cierto, de nuevo hubo buena asistencia en la céntrica plaza en la que la programación municipal parece haber acertado este año como imán para el público frente a otras ocasiones.
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Fue un concierto breve y con poco público en la plaza del Machete. No es tan fácil llenar un miércoles después de cuatro días de fiesta. A pesar de ello, Sara Zozaya (Donostia, 1995) firmó una buena actuación de una hora. En realidad bastó como introdocción a una de las voces más interesantes del panorama vasco en sus diferentes proyectos. Es también la cantante de Merina Gris, esa banda de 'máscaras' que el año pasado actuó en txosnas y ha sabido conectar la electrónica, el autotune y el rock con buen gusto. En el caso de Zozaya en solitario, las etiquetas que más se repiten son pop, folk, lo-fi o soul. En su repertorio se pueden imaginar ecos del post-rock de Mogwai o teclados ambientales que remiten a Billi Elish. Dependerá (y mucho) del oyente con quien trace esos lazos. A su vez, esa misma dificultad de identificar su trabajo con un artista en concreto es el mejor elogio a un sello único. Sobre todo cuando en su repertorio hay temas que buscan emocionar más que ser de consumo rápido como 'Rosa', 'Caravan', 'Aingurak' o 'Misty', que eligió como cierre y destaca también por su letra sobre una ruptura («vas de que tienes miedo / pero me dejas por Skype / cómo me voy a sentir especial»). En la plaza del Machete toma el relevo este jueves Kalakan (23.00).
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