Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Si hay un grupo de punk que ha traspasado generaciones y ha envejecido bien es aquel en el que ha tocado Evaristo Páramos. Por supervivencia y por su actitud irreverente. Los bailes simulando espasmos, los cinco escupitajos por canción. Sus «viva la democracia» mientras ... hace la peineta. El de Salvatierra ha convertido en una seña de identidad el insulto, el desafío y reírse de todo, incluso del público, algo a lo que seguidores se han acostumbrado. Es lo que esperan al acudir a sus conciertos. También algo que los programadores deberían tener en cuenta.
El directo de Gatillazo anoche en la plaza de Los Fueros se retrasó diez minutos. El motivo fue la lectura de un comunicado en contra de las agresiones machistas por los altavoces. Además avisaban desde megafonía que todos los actos del programa de fiestas de La Blanca se retrasarían esa misma duración, respecto a la hora señalada. El público respondió con aplausos al comunicado. Pero al cantante de Salvatierra no pareció gustarle demasiado la idea. «Buenas, muy buenas, a los tíos también», dijo anoche nada más salir. A las 0.10 horas. «¿Machismo? ¿Sexismo? No, micrófono», se burló en mitad de «Un minuto en libertad», a los pocos minutos de comenzar, llevándose el micro a sus partes. Luego volvió a bromear. «Sois las mejores, los mejoros y todos los demás sexos que hayan venido». «Hola, soy tu regla», soltó en mitad 'Sr Juez'.«Sois las mejoras», repitió riéndose del lenguaje inclusivo, algo que no debió gustar a la organización que lo interpretó claramente como una burla a su comunicado. También cargó contra lo «políticamente correcto».
El caso es que la plaza de Los Fueros se volvió a llenar. Pero esta vez con la sensación de que el concierto se iba al traste o cancelarse en cualquier momento. Hubo hasta tres pausas que entorpecieron el ritmo del concierto. Un concierto punk en tres actos no es lo ideal. De cada pausa, el cantante salía más enfadado. No lo ocultaba. «Luego nos reunimos para aclarar por qué nos hemos reunido», dijo desafiante a los 45 minutos de concierto haciendo visible su enfado con el Consistorio. «Si no tenéis casa id al Ayuntamiento que es la casa del pueblo», animó al público más tarde. El encontronazo era visible y las partes implicadas -banda y Ayuntamiento de Vitoria- tendrán que dar su versión.
Musicalmente, la comunión con el público se consumó de una manera torpe. El volumen fue mayor que en el resto de conciertos, pero la primera parte sonó algo atropellada. Si alguien tiene el gusto (tan variado) de haberse tragado todos los conciertos del programa de fiestas en la plaza de Los Fueros y tuviera que elegir quedarse con unas pocas canciones hasta el momento, 'Txus' de Gatillazo se encontraría entre ellas. Huntza se ganó definitivamente al público con 'Aldapan Gora'. Fangoria se despidió con 'A quién le importa' y 'PMVR', de La M.O.D.A. sonó emotivo y enérgico gracias a la comunión con el público.
Con 'Txus' se consumó el momento más álgido. La canción de La Polla Records dedicada a un vecino de Salvatierra, que falleció hace un mes en la balsa de Langarica, enloqueció al público con una lluvia de vasos entre las primeras filas. También con el pogo, ese baile de encontronazos desafiante que simula Páramos sobre el escenario.
Gatillazo sirve como entrenamiento al regreso de La Polla Records con ocho conciertos en cuatro ciudades (Valencia, Bilbao, Madrid, Barcelona). Si algo dejó claro el recital es que los de Salvatierra siguen teniendo fuerzas para despeinar al público y ofender. El caso más claro es 'Odio a los partidos', la última canción. Las primeras filas pidieron otra más. La sensación fue la de un concierto inacabado. Esta es la crónica de un desencuentro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.