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El Teatro Principal acogió anoche los Oscars vitorianos. Sin alfombra roja y con algo menos de repercusión mundial, se entregó el Celedón de Oro al veterano actor Txema Blasco y a Pilar López, directora de Teatro Paraíso. Una gala que destiló emoción, ... algunas carcajadas y la sensación general de que este año toca vivir las fiestas en la intimidad, como bien señalaron ambos homenajeados. Los premios fueron otro guiño a la cultura, en concreto a las artes escénicas esta vez, después de que el año pasado recogieran el galardón el txistulari Jesús Moraza y los músicos Joselu Anaiak.
El Teatro Principal registró una buena entrada, la mitad de su capacidad actual, aunque con las restricciones de aforo impuestas por el coronavirus siempre es difícil calcular. Los asistentes, claro, siguieron el acto protegidos con sus mascarillas. Al evento no faltaron el alcalde, Gorka Urtaran; la concejala de Cultura, Estíbaliz Canto; y la teniente de diputado general, Pilar García de Salazar, además de varios miembros de la Corporación municipal.
La Banda Municipal, dirigida por el maestro Luis Orduña, puso música a la gala en lo que fue el estreno del director al frente de la agrupación en el Principal tras recoger el testigo del anterior director, Hilario Extremiana. Desde 2011, la banda no falla a este concierto tan especial, esta vez haciendo sonar piezas como 'Poema Sanférmico', 'Alkate Soinua', 'Gasteiz' o 'Una tarde en Laguardia'. Fue una especie de recorrido por las fiestas de Euskadi a través de sus instrumentos. El presidente de los Celedones de Oro, Josemari Velez de Mendizabal, ensalzó las carreras de Blasco y López y quiso poner un toque de optimismo a una jornada tan extraña como la de este martes. «Hoy es un día de fiesta, y no hay fiesta sin alegría», dijo antes de dar paso a la banda para que interpretara la melodía 'Galtzaundi', que da la casualidad de que fue utilizada en 'Tasio', el primer largometraje de Txema Blasco.
El vitoriano es uno de los actores con más experiencia en la escena nacional y este premio es un reconocimiento a su trayectoria. Anoche improvisó sobre el guion previsto y se arrancó a declamar el 'Poema a los gigantes de Vitoria'. Lo recitó de memoria y le puso tanto entusiasmo que provocó carcajadas entre el público y una gran ovación final. Pilar López, galardonada por su extensa aportación a las artes escénicas locales, puso en valor durante su discurso el poder de la cultura para superar la actual crisis. «Porque es una herramienta para generar pensamiento crítico y así construir un futuro más sostenible y el mejor instrumento para defender nuestra humanidad, impulsando nuestra resiliencia. En definitiva, porque el arte y la cultura son el camino para adquirir valores esenciales, realizarse como personas y celebrar la vida», reivindicó la directora de Teatro Paraíso.
Los dos homenajeados realizaron también referencias a este 4 de agosto «tan extraño». Pero el año que viene «esperamos volver a celebrar la fiesta a lo grande, lanzar el Chupinazo y vivir la Bajada de Celedón como se merece», dijeron.
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