«Boris Izaguirre podría ser un maravilloso blusa»

- ¿Tiene ganas de fiesta tras dos años de sequía?

- Muchas. Soy muy fiestero y hago honor a mi casi apellido. Soy un tipo disfrutón. Recuerdo muy pocos años en los que haya faltado y, por el contrario, muchas noches de juerga. Ni siquiera falté en 2020, cuando me tocó estar junto a cuatro o cinco compañeros periodistas en aquella plaza de la Virgen Blanca totalmente vacía, así que recuperar la bajada de Celedón, esa cercanía y esas ganas de jolgorio, me parece algo maravilloso.

- Parece que hay muchas ganas de fiesta. El número de blusas y neskas se ha duplicado.

- Este año va a haber más gente que nunca. Nadie quiere dejar pasar esta oportunidad porque hasta la pandemia ni se nos pasaba por la imaginación que se pudiera suspender Celedón, y nos ha sucedido en dos ocasiones.

- ¿Cuándo le propusieron ser pregonero?

- Unos pocos días antes de que se anunciase públicamente. Me llamaron del Ayuntamiento y me hizo tanta ilusión que, en un primer momento, no me di cuenta que el día 2 estaba de viaje, aunque inmediatamente rehice los planes. Estoy abrumado porque he recibido un montón de llamadas de gente de todo tipo. Kepa Sojo, que fue el último pregonero en 2019, es 'amiguete' y me recomendó que aproveche el momento y haga disfrutar al resto con lo que diga.

- Con 54 años ya ha sido Celedón de Oro y pregonero de las fiestas, ¿qué es lo siguiente?

- A veces tengo el síndrome del impostor y hay algún 'hater' que me ha dicho en redes que estoy sobrevalorado. Después, lo analizo con calma y veo que no es un premio para mí, sino una manera de galardonar al FesTVal. Es un premio para Arantza, Susana, Frederic...

- ¿Está revisando discursos épicos de series para inspirarse?

- (Ríe) No. No sea que me pase como aquel político de EE UU que acabó plagiando 'Juego de Tronos'. Yo quiero contar las diferentes perspectivas que tengo sobre La Blanca. Uno de los recuerdos más nítidos que guardo es un año que nos fuimos a veranear en familia a Zarautz y a mí no me entraba en la cabeza que no fuésemos a estar en Vitoria el día 4. Estábamos tan cerca geográficamente, pero tan lejos de las fiestas que hice mi propio Celedón en la piscina del hotel. Luego, de joven, he salido mucho de noche y cuando nació mi hijo pues regresé a las vaquillas, el circo... Tengo un montón de piezas de un puzzle mental y tengo que empezar a montarlo a partir de ahora.

- ¿Cuáles son sus deseos para los próximos días?

- Que la gente se lo pase de fábula y que no haya malos rollos, sin meterse con nadie. Y que no haya ataques machistas. Las fiestas son un momento para el encuentro, para la amistad, para hablar e incluso para ligar, claro está, con el consentimiento de ambas personas.

- ¿Qué no se va a perder?

- Ya es una tradición ir con mi hijo (Lucas) a la bajada de Celedón y Neska Txiki o ir a las barracas. Dos o tres noches saldré de fiesta con los amigos. Eso lo tengo claro.

- Con lo impoluto que siempre va usted, es complicado imaginárselo en el desaparecido 'día del guarro'.

- Nunca he sido blusa y la verdad es que no sé por qué. Yo hubiese estado muy a gusto en una cuadrilla. En mi pandilla somos una docena y nunca se nos pasó por la cabeza apuntarnos a una y hacer todo el proceso. Yo creo que un blusa o una neska bien vestidos tienen mucho glamour, no todo en este mundo va a ser el 'Casino Royale' de James Bond e ir con pajarita o vestido de noche.

- ¿Qué televisivo cree que sería un buen blusa o neska?

- Puff... Hay muchos entre los que han pasado por el FesTVal. Alberto Chicote, Blanca Suárez o Ion Aramendi -presentador de Supervivientes- podrían encajar en el ambiente de una cuadrilla. Déjame que piense un poco más... ¡Ya está! Boris Izaguirre sería un blusa maravilloso, estoy seguro. Es un tipo al que le gusta mucho la fiesta, que va a tope por la vida y, a la vez, es supercercano. Eso sí, le aportaría al uniforme un toque de su glamour y siempre intentaría ir impoluto.

- ¿Con más de una 'celebrity' habrá salido de farra en La Blanca?

- Varios años he coincidido con Iñaki López. También he estado con Jimmy Barnatán ('Los Serrano') o Antonio Pagudo (el personaje de Javier Maroto en 'La que se avecina'), que a las tantas de la noche coincidimos con Celedón y acabaron pidiéndose una foto el uno al otro.

- ¿No le da la sensación de que a Vitoria le falta algo de marcha?

- La gente se desmelena en fiestas, pero sí que creo que a Vitoria últimamente le falta algo de marcha y yo no sé si la situación ha empeorado aún más por culpa de la pandemia. El centro de la ciudad necesita un meneito importante para que tenga vida durante todo el año.

- El otro día presentó el FesTVal, ¿le tocará trabajar en fiestas o durante el verano?

- Ya me ha pasado que a las siete de la tarde de un día 4 me ha llamado algún directivo de una cadena nacional para contarme alguna cosa y ha sido imposible atenderle por el barullo de la plaza. Si bien esta semana hay muchísimo trabajo, en la primera quincena de agosto hay una especie de paréntesis entre la gente de las cadenas, las productoras y las plataformas que tienen sede en Madrid. Eso sí, aprovechamos para temas más locales, de Euskadi. Está todo más o menos zanjado, pero siempre quedan flecos pendientes y toca cerrarlos a finales de mes, a la carrera.