La III edición del Masters femenino se cerró ayer a lo grande, con dos finales y mucha expectación en un frontón de la plaza de Los Fueros que volvió a presentar el enésimo lleno, como ya viene siendo habitual. La matinal festiva se abrió con ... la final de paleta entre las dos mejores parejas. Por un lado, Nagore Martín, que venía de sumar el título en el XII Green Capital junto a la joven llodiana Naroa Sáez. Las coloradas se medían a Olatz Zulaika e Irati Ruiz de Azua, finalista el día anterior en la cita individual. La igualdad marcó un primer set de largos peloteos.
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Cada tanto fue celebrado por un respetable que apreció el esfuerzo de las cuatro competidoras. Cerca de tres minutos duró el tanto 16, con una jugosa ventaja para las azules (7-9), con Ruiz de Azua segura en la zaga y Zulaika rápida en los cuadros alegres. Sin embargo, la combativa Nagore Martín sacó su repertorio de urgencia. Una remontada con la guinda de un dos paredes espectacular para poner el 10-9 y llevarse el primer set. Después de la disputa y el despliegue físico, el segundo juego tuvo color rojo. Martín llevó la voz cantante con Sáez segura desde atrás, sin apenas fallo. Más fácil de los esperado, concluía el choque con 10-4 en el definitivo capítulo y con el doblete para la pelotari delclub Errekaleor. «Venía a por ello y lo he logrado. Estoy muy contenta. Han sido dos días de disfrutar mucho en el frontón», comentó Nagore Martín, la gran protagonista.
El cierre con la final del mano parejas no tuvo el brillo esperado. Es cierto que se notó la ausencia de algunas pelotaris, con Euskadi en Estados Unidos. No tardó la veterana -aunque solo tiene 26 años- Olatz Arrizabalaga en imponer su ritmo. Gracias a su imponente saque provocó los reiterados errores en la zaguera contraria -Arrate Bergara que no tuvo el día-. Bien escoltada por la joven Leire Galeano, una zaguera de gran progresión con solo 15 años, las azules fueron adueñándose de una final a la que le faltó ritmo y espectacularidad, Apenas un par de dos paredes o intervenciones de mérito de las delanteras, con Etxegarai mostrando su calidad.
Con el 7-11, las coloradas entraron en barrena. Tras un parcial de 0-9 llegaron tres tantos seguidos para llevarse unas mejores sensaciones. Con suma comodidad, la final se cerró con un contundente 10-22. «Estreno mi palmarés en el Masters. Es difícil jugar en Los Fueros», reconoció Arrizabalaga, recién llegada de la gira con Euskadi por los frontones americanos.
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