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La plantilla del Alavés Genuine se hace una foto de familia antes de disputar el torneo de La Coruña en marzo. Jesús Andrade
«Son un ejemplo de deportividad»

Kirolean Errespetuz

«Son un ejemplo de deportividad»

El Alavés Genuine viajará el 15 de marzo al torneo de La Coruña donde volverá a hacer gala del respeto hacia sus compañeros y a los rivales en el campo

Jueves, 27 de febrero 2025, 00:12

«¡¡Eso es, muy bien!!». «Cuando controles, busca rápido a un compañero». «Seguid a tope, ya os aviso yo cuando haya que cambiar de ejercicio». Los balonazos revelan la actividad en el campo de La Vitoriana. Y estas instrucciones, la alta intensidad de trabajo. La que habla es Nerian Martín, entrenadora del Alavés Genuine. Es desde hace siete años la líder de un equipo tomado por la ilusión. «Cuando les digo 'así, muy bien' se motivan». Pero no son solo sus elogios los que les revolucionan, sino la competición. La maquinaria ya está en marcha, a punto para el campeonato que se disputará del 15 al 19 de marzo en La Coruña.

«El fútbol y el Alavés son su vida». Una pasión que cargan en esas mochilas con las que llegan a las instalaciones. El reloj marca las 19.30 horas. Es miércoles y los focos ganan la partida a la oscuridad. En el vestuario se respira pura concentración. Y sobre el verde, una implicación máxima; cumplen la frase hecha de 'como se entrena se juega'. Pero sobre todo, izan la bandera de la deportividad, del compañerismo y del respeto al rival. «Representan la campaña de respeto al pie de la letra. Son ellos los que enseñan a la sociedad los valores del deporte, son todo un ejemplo de deportividad», elogia Martín. Pronuncia sus palabras mientras mira al equipo y dibuja una sonrisa de orgullo por esos jugadores que para ella son ya su familia. Pasan tantas horas juntos que incluso le escriben y piden consejos por WhatsApp.

Kirolean Errespetuz es una iniciativa que promueve EL CORREO con el patrocinio de la Diputación Foral de Álava cuyo objetivo es mentalizar a todos los actores del deporte alavés sobre la necesidad de poner en primera línea de foco el respeto entre deportistas, árbitros, entrenadores, público y padres. https://www.elcorreo.com/kirolean-errespetuz

En apenas dos semanas volverán a hacer gala de esa deportividad. La Coruña es la tercera parada de este campeonato organizado por La Liga. Y los jugadores albiazules, los verdaderos protagonistas, narran cómo se cocina esta gran fiesta del fútbol en la que compiten 24 equipos. «Ya desde el momento en el que nos subimos al autobús y empezamos el viaje estamos todo el rato cantando y animándonos», comentan Aritz Egino, Jesica Alomic e Imanol García. Entre ellos se encargan de generar una mágica atmósfera que es solo la punta del iceberg de lo que les deparará en el destino.

El torneo es lo más parecido a una Copa del Rey de baloncesto. Una 'ciudad' que se construye durante unos días y en la que conviven varias aficiones. El respeto que se respira es tal que uno del Alavés anima a los jugadores del Valencia y los del Cádiz a los del Betis. Un espejo de lo que se ve luego en el campo. «Está claro que queremos ganar», afirma Martín. Pero a través de la nobleza y con el objetivo de disfrutar. Aquí no esperen simulaciones, ni faltas de respeto, ni reproches. «Se animan entre ellos, también al rival cuando falla. Los niños deberían ver este deporte porque realmente te educa. Los goles más celebrados son los de aquellos que no suelen marcar».

La esencia del deporte en estado puro. Ese en el que se adopta el 'tercer tiempo' del rugby para generar una especie de 'melé' frente a las gradas a la conclusión de los partidos y celebrar juntos, ganen, pierdan o empaten. «No sabes lo bonito que es poder vivir esto con tus compañeros. Ver a tus padres en las gradas y celebrar todos juntos», confiesa García, mientras se anuda las zapatillas, con ganas de patear de nuevo el balón. «Llevo tres años en el Alavés Genuine y sigo viniendo porque esto es alegría, paz y diversión», añade Egino.

Una «liberación»

Porque cuando se ponen las zapatillas sienten una «liberación». El fútbol es también un balón de oxígeno tras una jornada de estudios o trabajo. De derrotar a los prejuicios y ganar una opción de jugar a ese deporte que les apasiona. «Juego de extremo y corro por toda la banda. Soy un 4x4», ríe Egino. Él se encarga de avanzar el juego que genera García. «Yo juego de mediocentro. Me fijaba mucho en Özil». Y la encargada de rematar la faena es Jesica Alomica. «Soy la delantera y quiero meter muchos goles».

En su caso, esta es su segunda temporada. «Me gusta el deporte. Practicaba atletismo en Colombia, casi conseguí un billete para los Juegos Olímpicos». En el fútbol ha encontrado otra vía para mantener ese instinto competitivo y «un vestuario increíble». Ese que el 2 de noviembre saltó a Mendizorroza con los jugadores del Alavés. «Fue muy emocionante, se sentían como profesionales», evoca Martín. Lo que son es sobre todo un ejemplo de deportividad.

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