Las tabernas y 'ostatus' que abrieron los vascos en Norteamérica para atender a otros vascos
Historias de Tripasais ·
Los ostatus vascos con alojamiento y servicio de restaurante fueron embajadas culinarias de Euskadi en el Far WestHistorias de Tripasais ·
Los ostatus vascos con alojamiento y servicio de restaurante fueron embajadas culinarias de Euskadi en el Far WestMartes, 27 de septiembre 2022
¿Se acuerdan de Juan Miguel y Martina, pioneros de la hostelería vasca en Estados Unidos? La semana pasada hablamos aquí de ellos y de su aventura americana, un largo periplo que les llevó primero desde Navarra hasta Uruguay y luego de allí -una ... vez conocida la existencia del oro californiano- a la lejana ciudad de San Francisco. No fueron los únicos que dejaron todo por perseguir aquella dorada quimera, pero sí de los primeros: las noticias del aurífero descubrimiento llegaron a Sudamérica mucho antes que a otras partes del mundo.
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Repasar las listas de aquellos buscavidas supone encontrar un sinfín de apellidos vascos, descendientes de emigrantes previamente instalados en América y aventureros de primera generación. El papel del oro acabó siendo tan importante en la historia de la emigración vasca a EEUU que, tal y como cuenta el libro 'Amerikanuak - Vascos en el Nuevo Mundo' (Jon Bilbao y William A. Douglass, 1975), en Idaho corre aún la leyenda de que el primer vasco llegado al Oeste americano fue un marino de Ea, capitán de un mercante chileno y culpable de abandonar literalmente el barco en San Francisco en 1849 para dedicarse a buscar pepitas. No sabemos si la historia es cierta, pero se parece muchos a las peripecias reales de otros vascos de mediados del siglo XIX. Habiéndose buscado anteriormente la vida como pastores, marineros o comerciantes en el Cono Sur decidieron explorar una nueva oportunidad bastante más al norte.
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Se estima que entre los años 1849 y 1851 desembarcaron en California unos 700 vascos españoles y franceses, una cifra que aunque parezca baja dio pie a una importante colonia que con el paso del tiempo se expandiría desde San Francisco, Los Ángeles y el valle de San Joaquín hasta Nevada, Oregón, Idaho, Utah o Arizona. Como era de prever aquellos primeros colonos no se hicieron ricos con el oro. La mayoría de ellos acabaron apostando por otros oficios como el comercio, la ganadería (especialmente la cría de ovejas) o la hostelería. En 1860 tres vascos abrieron una taberna para mineros en Robinson's Ferry (condado de Calaveras, California) y se cree que un poco antes hubo ya un hotel dirigido por otro paisano, Julián Ursúa, en Misión San Juan Bautista (condado de San Benito). ¿Pero no había sido el primer hotel vasco el de Juan Miguel Aguirre, en San Francisco? El de Aguirre fue el primero con todas las características de lo que inicialmente se llamó «ostatu ezkualduna» y acabó conociéndose como «Basque boardinghouse» o pensión vasca: un establecimiento regentado por vascos en el que se alojaban, comían y vivían otros vascos y en donde los emigrantes podían encontrar un entorno familiar a pesar de estar a miles de kilómetros de su pueblo natal.
Jerónima Echeverría, especialista en historia vascoamericana, lo explica perfectamente en su libro 'Home away from home: a history of Basque boardinghouses' («En casa lejos del hogar: una historia de las pensiones vascas», 1999). Lo que distinguía a un ostatu de cualquier otro alojamiento era que además de proporcionar techo y comida acogía a los huéspedes dentro de una red de asistencia en la que se les atendía en su propio idioma, se servían platos típicos vascos, se gestionaban ofertas de empleo, se organizaban reuniones, bailes o competiciones deportivas e incluso se ofrecía ayuda para entenderse en inglés o enfrentarse a trámites legales y médicos. Los ostatus surgieron allá donde hubo afluencia de emigrantes vascos, primero en grandes ciudades como San Francisco y Los Ángeles y después, siguiendo la expansión de sus posibles clientes, en localidades como Santa Bárbara, Bakersfield, Salinas, Bishop, Fresno, Reno, Winnemucca o Boise. Fue en sus comedores donde surgió la cocina vascoamericana, una gastronomía prima hermana de la nuestra que sin embargo tiene rasgos específicos y diferenciados. Los iremos descubriendo aquí, poco a poco.
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