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david de jorge
Viernes, 3 de mayo 2019, 15:48
Los años cocinados dentro del aparato de televisión fueron y siguen siendo emocionantes y divertidos, por la flora y fauna con la que uno tropieza en los pasillos de los rodajes o en los despachos. De entre toda la peña conocida en este viaje, será difícil que vuelvan a aparecer personajes tan extraordinarios como Tomás y Andoni, que aterrizaron desde Orozko un día en mi plató cargados con perchas de perdices y canastos de hongos y ahí siguen, radiantes como las parejas felices de los cuentos y bebiéndose la vida, comiendo como si no hubiera un mañana. Dos artistas vecinos del tasco que hoy les traigo, uno de tantos caseríos diseminados por nuestra geografía que alternaron la actividad agrícola con el chandrío hostelero, habilitando comedor y cocina donde antes hubo establo y corral, con vacas y gallinas.
Dirección Barrio Berganza, en la carretera que une Amurrio y Orozko.
Teléfono 945892050.
Precios Menú del día: 11,50 €. Menú especial: 23 €. Menú fin de semana: 30 €. Menú alubiada: 26 €,
Por eso, para hablarles de la categoría del lugar, paraíso del sentido común y el desmedido zampe, nos remontaremos a 1970, año de mi feliz alumbramiento, para contarles que Juan José Albizua trabajaba en Aceros de Llodio y adquirió el bar Elona del barrio de Baranbio, con sus cuatro mesas destartaladas. Entonces se construía la autopista y abundaban los curritos con casco, pico, pala y apetito voraz, así que levantaron con esfuerzo y madrugones de infarto una pequeñísima industria del desayuno pantagruélico, el almuerzo bestial, la comida con arrestos y la cena de obispo, por si quedaban dudas y el personal podía trincarse antes del 'poker' las fuentes de huevos fritos con chorizo, croquetas de jamón y bacalao, merluza en salsa verde con guisantes, huevo duro y espárragos, lomo de cerdo criado en casa y frito con abundantes pimientos y alguna que otra chuleta de vaca o de ternera acompañada de patatas y lechuga aliñada con aceite, vinagre El Encierro, sal y cebolleta.
Frente a las ollas, responsables del cotarro, andaban Lourdes, Mari Cruz y Juan José 'Capi' que hacía de pinche ayudando cuanto podía, siguiendo los dictados del patriarca Juan José, que se mantuvo al pie del cañón como un guerrillero tupamaro. En 1975 abre el actual Okeluri del barrio Berganza, vecino del viejo caserío familiar hoy restaurado en el que los más ancianos del lugar dicen que abundaba la carne por la dedicación de sus propietarios en las obligaciones del ganado, que incluían trabajar sábado, domingo y fiestas de guardar, pues allá curraban sin desmayo criando y engordando cerdos para la venta y las fresqueras, manufacturando chorizos en manteca, lomos en aceite y mucho tocino salado para meter en el puchero.
La casa aún es un verdadero 'Festín de Babette' o Arca de Noé en la que campan a sus anchas terneros, patos, gallinas o colmenas en los camarotes para la recolección de rica miel con la que pringar los tarros de cuajada natural. Pero eso no es todo, porque además de guisar las tradicionales alubias pintas estofadas con sus sacramentos o de servir inabarcables fuentes de corderito asado de pellejo churruscante, hornean pan según una vieja costumbre de 'amama Luisa', en un horno de leña de la propiedad que sigue vivo, colea y escupe aún todos los viernes medio centenar de piezas de kilo y medio, amasadas y formadas in situ.
Hicieron bodas, bautizos, comuniones, txerribodas con txitxikis, hígados, lomos y morcillas a destajo y ven la vida pasar.
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