No solo de alubias vive el hombre

La mayoría de los visitantes de La Arboleda, el barrio minero de Trapagaran, acuden a disfrutar de unas buenas alubias con sacramentos. En muy poco espacio hay ocho o nueve restaurantes donde comer unas alubias de chuparse los dedos. Uno de ellos es el Karmen Barria (se denomina de esta manera desde el pasado año), que dirigen Alexia Martín, que estudió Nutrición, y su cuñada, Mari Ángeles Calleja. El local, que hace tres lustros comenzó sirviendo pollos, codillos y platos combinados, se ha transformado en un restaurante donde comer de todo. Para ello han cambiado por completo la cocina, con parrilla y una de aquellas antiguas chapas de carbón que había en las casas.

Al frente de los fogones se encuentra Jorge Fernández, joven pero experimentado cocinero que ha trabajado en La Fragata (Portugalete). Disponen de varios espacios para comodidad de la clientela: en la parte inferior hay un comedor para 30 comensales y en el piso superior caben otros 60. En la barra ofrecen tortilla de patata o de chorizo, bocadillo de carne con pimientos o huevos rellenos y los sábados y domingos las rabas son de obligado cumplimiento.

La especialidad de la casa son las alubias pintas de Álava, que están deliciosas. Se cuecen hasta cuatro horas a fuego lento en la chapa de leña –encina y roble–, se sirven calentitas en una olla de barro con sus sacramentos (morcilla, costilla, chorizo y tocino cocidos aparte) y se acompañan de berza con un refrito de ajo y cayena, y guindillas. Como aperitivo sirven un plato casi olvidado, el pudin de pescado, que en invierno sustituyen por un pudin de morcilla y berza.

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Como no sólo de alubias vive el hombre también se puede elegir la ensalada Karmen Barria, –lleva huevo cocido y bonito y se aliña con una vinagreta sorprendente–, bacalao a la parrilla con patata panadera y piperrada, chipirones en su tinta, carrilleras de ternera al vino tinto, hongos salteados con Idiazabal o chuletón a la piedra. También disponen de parrilladas de carne (con costilla, pollo, chorizo, morcilla, criollo y churrasco, 30 € dos personas) y de pescado (con begihandi, salmón, langostinos, lubina, dorada y bacalao, 45 € dos personas).

Conviene dejar un hueco para los postres y catar la clásica pantxineta con chocolate caliente o las diferentes tartas que salen de la cocina del Karmen Barria, como la de naranja (muy original y sabrosa), de manzana y de queso o cuajada, que resulta muy cremosa.